Y es que, tal y como ha puesto de manifiesto en un comunicado, a la deuda de 3,3 millones de euros adquirida por el Ib-Salut y la Conselleria de Salud se suma el "incumplimiento" desde el pasado mes de junio del pago de la cantidad de 400.000 euros mensuales para su cancelación. Además, estos incumplimientos han generado unas pérdidas a la organización de 2,2 millones de euros.
En esta misma línea, el comité de empresa apunta al "incumplimiento de la palabra dada" de que antes de finales de este mes se procedería a la firma de un 'convenio singular de colaboración' con el Govern que le permita continuar llevando a cabo una actividad asistencial y quirúrgica.
Asimismo, otra de las situaciones que abocarían al hospital al cierre es la "desconfianza generada en la organización por el constante incumplimiento de las promesas verbales del Ib-Salut y de la Conselleria" como las relacionadas con el mantenimiento de determinadas consultas y de camas de hospitalización de media y larga estancia.
"Esta Asamblea de trabajadores y este Comité en su nombre quiere mostrar su preocupación porque toda esta ineptitud e ineficacia, voluntaria o involuntaria, a la hora de concretar y firmar desemboque en el cierre del hospital y en el despido de los 85 trabajadores", han manifestado a través de la nota.
De hecho, Cruz Roja ya avisó la pasada semana al colectivo de trabajadores de su hospital de que cerrará el centro sanitario en caso de que el Govern no firme este mes un 'convenio singular', después de que el director del Ib-Salut, Miquel Tomàs, anunciara que a mediados de noviembre el Ejecutivo balear firmará un 'convenio singular' con esta entidad social para que asuma toda aquella actividad asistencial y quirúrgica de la que no se haga cargo la Policlínica Miramar por un periodo máximo de diez años.
Cabe recordar que la Conselleria de Salud trasladó entre el 9 y el 11 de octubre a los 37 pacientes de media y larga estancia ingresados en el Hospital de la Cruz Roja de Palma a la Policlínica Miramar, después de que este centro sanitario ganara el concurso público, en virtud del cual asumió la actividad médica que hasta ahora llevaba a cabo la citada entidad social sin ánimo de lucro.
En esta línea, Tomàs indicó que el traslado de los pacientes se llevó a cabo, después de que finalizara el contrato firmado hace diez años entre el Govern y la Cruz Roja, mediante el cual esta entidad social atendía hasta ahora a pacientes del Servicio Público de Salud, que habían sido derivados para reducir las listas de espera, al tiempo que llevaba a cabo consultas externas e intervenciones quirúrgicas de baja complejidad.
En este sentido, el Comité de Empresa ha criticado en virtud de las declaraciones de Tomàs, parece que el convenio ha vencido recientemente, "cuando en realidad venció en junio de 2011 y que desde dicho vencimiento se venía negociando entre el Ib-Salut y el Hospital de la Cruz Roja, periodo de tiempo durante el cual se continuó trabajando en las prestación de los servicios encomendados por el Ib-Salut".