Así lo ha puesto de manifiesto ante los medios de comunicación tras prestar declaración como testigo en torno a los hechos acaecidos hace un año, de los que "salimos bastante perjudicados, con empujones y tirándonos hielo y botellas de plástico" a su paso por el palio tradicional de las fiestas.
"Al pasar por el palio no sabía cómo acabaríamos", ha incidido la máxima responsable de la Institución insular, quien ha aseverado que nunca había ido a las fiestas de Sant Agustí y, de hecho, este martes -cuando se cumple un año de los hechos- "no iré, porque yo no vuelvo a sitios donde me siento maltratada".
Por su parte, la consellera insular de Medio Ambiente, Catalina Soler, quien también ha sido interrogada por el juez Francisco José Pérez, ha manifestado que la celebración del pasado año fue "diferente de los últimos diez años" mientras que, respecto a su asistencia este martes, no haber recibido la invitación del municipio para ir a las fiestas.
La presencia tanto de Salom como Soler ha provocado el despliegue de numerosos agentes de la Policía Nacional, dispersados en las inmediaciones de las dependencias judiciales para garantizar la seguridad durante la jornada de declaraciones. En concreto, Soler ha llegado a los Juzgados en torno a las 10.20 horas -estaba citada a las 9.30 horas- mientras que Salom lo ha hecho a las 9.30.
Cabe resaltar que después de que ambas solicitasen suspender las comparecencias "por razones de agenda", lo que la Fiscalía apoyó apelando a su "presunción de veracidad" y al hecho de que, como autoridades de la Institución insular, "es de suponer" que la agenda de ambas "estará repleta de actos oficiales" -a pesar de no haber entonces nada convocado para esa jornada-, el magistrado desestimó su petición por no estar suficientemente justificada.
Sin embargo, tanto Salom como Soler no son las únicas citadas en el marco de esta causa, ya que este jueves tanto el juez como las partes personadas en el proceso se desplazarán hasta Palma para interrogar, en su despacho oficial, al conseller de Agricultura, Medio Ambiente y Territorio, después de que el magistrado le diese la posibilidad de elegir declarar en su departamento, en el Consolat de Mar y o en las propias dependencias judiciales.
Se trata de una diligencia sin precedentes en Baleares y una facultad de la que hará uso Company en base a lo dispuesto en el artículo 412.5 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, que establece que, entre otros distintos cargos, los diputados están exentos de comparecer en los Juzgados, pero no de declarar, pudiendo hacerlo en su despacho oficial. Tras decantarse el conseller por esta última opción, la cita de Company ante el juez está prevista a partir de las 10.00 horas del jueves.
Mientras tanto, también están citados para el miércoles la directora general de Función Pública, Núria Riera, y el director del Fondo de Garantía Agraria y Pesquera de Baleares (Fogaiba), Joan Simonet, mientras que el lunes y el miércoles comparecerán varios de los presuntos autores de los altercados, tal y como ya hicieron otros cuatro encausados el pasado viernes.
Los cuatro imputados, asistidos por el abogado Josep de Luis, coincidieron en considerar normal que, como parte de la tradición, cada año se "increpe" a las autoridades y se produzcan "empujones, negando en cualquier caso que se produjese agresión alguna. De hecho, uno de los declarantes recordó cómo una vez a la expresidenta del Consell de Mallorca Maria Antònia Munar "le llenaron el coche con pan mojado y un pescado que huele mucho".
En su comparecencia ante el juez, manifestó que incluso a la también expresidenta insular Francina Armengol, le introdujeron "billetes fotocopiados en el interior del sujetador" y que al exjefe del Ejecutivo balear Gabriel Cañellas "se le persiguió por el pueblo". Según dijo, si bien el año pasado "puso haber un poco más de tensión acumulada por el año político vivido", en cuanto a los incidentes no hubo diferencia con años anteriores.