Cabe recordar que el pasado 12 de septiembre el entonces director general de Seguridad Ciudadana del Ayuntamiento de Palma, Enrique Calvo, presentó su dimisión tras ser imputado por un supuesto amaño en las oposiciones que se llevaron a cabo en 2012 a oficial de la Policía Local.
Precisamente, ese mismo día, la Guardia Civil llevó a cabo un registro en las dependencias de ese cuerpo, ubicadas en la Avenida San Fernando. Todo ello por orden del titular del Juzgado de Instrucción número 3, José Castro, quien se encontraba de guardia, y a instancias de la Fiscalía Anticorrupción.
Por su parte, el 18 de septiembre el alcalde de Palma, Mateu Isern, pidió disculpas y nombró a Guillem Mascaró como nuevo director general de Seguridad Ciudadana y a Nicolás Herrero como jefe de la Policía Local, tras la dimisión de Calvo y de Antoni Vera de sus respectivos cargos.
Así, Isern aceptó la dimisión del entonces intendente de la Policía Local, quien alegó motivos familiares, así como la intención de no dañar la honorabilidad de la institución y de ir en la línea de la política del alcalde de no tolerar este tipo de actuaciones. Además, anunció la suspensión de las pruebas selectivas de la convocatoria a intendente, al tiempo que avanzó que se estudiaría si se pueden reiniciar las pruebas o si debían modificarse las bases del modelo de convocatoria, según el resultado de la revisión.