700 personas del municipio de Estellencs fueron desalojadas de sus viviendas en la madrugada de ayer, por temor a las intoxicaciones que pudiera provocar el humo del incendio. Los continuos cambios de viento están agravando las consecuencias de este fuego, que ya llevo activo casi tres días.
Siguen las tareas de extinción, con la actuación de más de 400 efectivos terrestres, y una treintena de medios aéreos, muchos de ellos llegados de la Península. El Govern confía en que el incendio pueda ser controlado mañana, porque se prevén mejores condiciones meteorológicas. Además de estos 700 evacuados en Estellencs, otras 95 personas han sido desalojados esta tarde en la finca pública de Galatzó. El presidente balear recibió la llamada del jefe de Gobierno, Mariano Rajoy, interesándose por la situación.