Llorenç Córdoba reconoce que se siente frustrado, decepcionado, desanimado y traicionado. La crisis política que se abrió a finales de noviembre a costa de una supuesta petición de sobresueldo ha pasado factura sobre el ánimo del presidente del Consell de Formentera y diputado autonómico. Una situación que, sin embargo, no le ha llevado a plantearse dimitir de ninguno de sus cargos.
En una entrevista concedida a Onda Cero, Llorenç Córdoba atribuye el origen de sus desencuentros con la coalición Sa Unió, de la que finalmente ha sido expulsado, a un problema de ambición del PP de Formentera, que preside José Manuel Alcaraz.
El presidente del Consell de Formentera no se achanta ante las amenazas de los ocho consellers de Sa Unió, que le han advertido de sus intenciones de distribuir unas grabaciones en las que supuestamente habría solicitado un sobresueldo al PP balear. Además de ver indicios de un posible delito en el caso de que estos audios salieran a la luz pública, Córdoba sostiene, en declaraciones al programa Illes Balears en la Onda, que podría estar siendo víctima de coacciones por parte de sus compañeros de gabinete.
Llorenç Córdoba dice sentirse apoyado por el PP balear y pide una reflexión a la junta del partido en Formentera con la posible salida de su presidente insular, José Manuel Alcaraz.
Tras superar sus primer seis meses al frente del equipo de gobierno insular, Córdoba se ha convertido en el primer presidente que no está adscrito a ninguna formación política. En Onda Cero, ha defendido que se ha presentado a las elecciones con un programa en el que cree, aunque no cierra la puerta a apoyar alguna propuesta de la oposición, formada por el Partido Socialista y Gent per Formentera, y que cuenta con el mismo número de consellers que Sa Unió.