Unas 2.000 personas han realizado una cacerolada en s'Escorxador, en Palma, que ha sido convocada por los sindicatos STEI-I, FETE-UGT, Anpe y FECCOO, para reivindicar una educación "sin recortes" y a la que se han unido --según han indicado-- más de 150 centros educativos.
Los ahí congregados lo han hecho ante una pancarta en la que se podía leer 'En defensa de la escuela y el profesorado de la enseñanza pública'. Asimismo, había otras pancartas, con el lema 'Seguimos ciegos y gritamos a sordos'; 'Para qué seguir estudiando si tenemos un futuro muy lejos' y 'Destruir la educación no es la solución'.
El secretario general de la Federación de Educación de CCOO, Rafael Pons, ha lamentado que la Conselleria dirigida por Rafael Bosch "no nos da la posibilidad de hacer esfuerzos para mantener una verdadera educación" y, por eso, ha pedido "abrir el diálogo social".
Así, ha instado a "parar todos estos mecanismos que se están llevando a cabo ahora mismo para quitar y recortar".
En el manifiesto, han destacado que los recortes del Plan de Equilibrio conducirán a las islas al "desequilibrio educativo y social más grande de la historia reciente" y han remarcado "lo lejos que quedan las autopistas de la educación prometidas por Bauzá".
Los recortes que se han añadido los últimos meses, según se dice en el texto, "comprometen la viabilidad de una educación de calidad y equitativa" y por eso han pedido "a toda la comunidad educativa, al personal docente y al no docente, así como a toda la sociedad" a "defender una educación de calidad para nuestros hijos".
Cabe recordar que Baleares no ha secundado la huelga general convocada a nivel nacional en el sector de la educación, si bien esta mañana, un grupo de sesenta estudiantes de la asamblea de la UIB ha "ocupado" la Conselleria de Educación y una veintena de ellos ha llegado a entrar en el despacho del conseller, aunque éste no se hallaba en el lugar.
