DEPORTES / REAL OVIEDO

Recursos para cerrar la plantilla

El club aprovechará el dinero de la ‘Liga Impulso’ para completar el equipo de Ziganda. Pombo y Cristóforo son los objetivos a cerrar.

Chisco García

Oviedo | 30.08.2021 18:43

Imagen del consejo de administración del Real Oviedo en una junta general de accionistas.jpg
Imagen del consejo de administración del Real Oviedo en una junta general de accionistas.jpg | CHISCO GARCÍA

Aunque hipoteque la imagen de la entidad, el Real Oviedo ha encontrado los recursos para poder completar la plantilla que tendrá a sus órdenes José Ángel Ziganda. La marcha atrás dada con el acuerdo entre la LFP y el fondo CvC, para crear la ‘Liga Impulso’ permitirá al conjunto azul afrontar las últimas operaciones para cerrar el bloque de jugadores que el técnico navarro tendrá a sus órdenes. Cristóforo y Pombo son los objetivos prioritarios.

11,2 millones de euros tienen la culpa. Esta es la cantidad que recibirá el conjunto azul tras aceptar el acuerdo de la ‘Liga Impulso’. El 70% tendrá que destinarse a la mejora de instalaciones y a la modernización de la entidad. Un 15% se destinará a paliar las deudas generadas por la pandemia y el otro 15% al tope salarial. Eso significa que Rubén Reyes dispone de 1.680.000 euros más para ampliar el tope salarial. El club debe decidir si lo hace en una única campaña o si lo reparte en las tres próximas.

A cambio, lo que ha conseguido de forma inmediata es cabrear al oviedismo. El doble juego utilizado por los dirigentes oviedistas, votando en contra en la asamblea de la LFP pero aceptando ahora el dinero, no es un comportamiento que merezca la institución y vuelve a dejar a las claras que los consejeros del Oviedo no están al nivel que merece la institución, bien porque son incapaces de gestionar la entidad o bien porque simplemente son unos actores de reparto en una película en la que no tienen capacidad de decisión y sólo están para firmar aquello que se decide en México.

Desde un punto de vista económico, la aceptación del dinero no admite mucha discusión. No sumarse al pacto supondría competir en desigualdad con el resto, sobre todo porque las medidas de control de la LFP lastran a los clubes con un accionista mayoritario como el Oviedo, ya que las ampliaciones de capital o los patrocinios tienen limitaciones para poder ser aplicadas sobre el tope salarial.

Desde un punto de vista social, la decisión puede haber sido el detonante para que el consejo vea de forma clara la puerta de salida. Las relaciones con Federico González, persona de confianza del Grupo Carso en Oviedo, no son todo lo fluidas que cabría esperar y sobre la mesa está la posibilidad de afrontar un relevo antes de que llegue la próxima junta general de accionistas o bien justo después de ella.

El actual consejo, formado por Jorge Menéndez Vallina, Manuel Paredes y Fernando Corral, ha sido el órgano de gobierno más respaldado de la historia de la SAD. Nunca antes nadie había contado con los recursos económicos, ni con un respaldo en la gestión como ellos. Su llegada ya estuvo envuelta en polémica por las formas utilizadas para desalojar del consejo a los que pilotaron la ampliación de capital de 2012 y la situación actual puede haber sido la gota que colme el vaso de la paciencia del oviedismo.

Nadie en la entidad azul, ni en su masa social, puede dudar del compromiso y de la solvencia del Grupo Carso. Gracias a ellos el Oviedo ha alcanzado la deuda cero, algo impensable cuando llegaron en 2012, pero ese buen trabajo no puede verse empañado por la ineficacia de un equipo gestor que no ha podido o no ha sabido estar a la altura en lo social, que quizás era su única tarea.

La desafección de los seguidores con el club es cada día mayor y nunca han tenido la capacidad de variar el rumbo para mejorarla. La caída en el número de socios, al margen de la pandemia que evidentemente ha tenido una influencia cierta, es la prueba de que no saben estar al lado de sus seguidores y esta última decisión ha colmado la paciencia de muchos oviedistas.

Sólo un cambio radical en los resultados y de forma inmediata podrían calmar las aguas, pero en caso de que no lleguen parece evidente que para salvar sus puestos pondrán la diana en el banquillo. Ya lo insinuó Manuel Paredes en una rueda de prensa en la que habló de la campaña de abonados y en la que aseguraba que era muy importante que hubiese resultados deportivos para que los seguidores sacasen el abono. Una vez más, mandará la máxima del fútbol y saldrá el entrenador antes que los verdaderos culpables.