Isabel Menéndez Benavente parte de algo fácilmente comprensible. Ante sucesos imprevistos no estamos preparados, no nos lo creemos, y el duelo es más complicado. Las fases son similares a la habituales (negación, ira, negociación, depresión y aceptación) con alguna modificación, pero será más complicado superarlo. Por lo general, se puede tardar hasta un año en recuperarse del shock anímico sufrido (algo menos los niños). Si pasado ese tiempo no avanzamos, es mejor pedir ayuda profesional.
Isabel recomienda que en casos como el trágico accidente del Musel, lloremos lo que queramos y necesitemos. Esconder el dolor es una mala idea, afirma. Cada persona tiene una fortaleza emocional diferente, pero todos necesitamos buscar apoyo entre las personas que nos quieren y nos comprenden.
Caso especial tienen los compañeros de trabajo de los fallecidos. Cuatro de ellos resultaron heridos, dos de gravedad. La psicóloga nos explica que deberían recibir apoyo psicológico para volver a la rutina, y no sería nada raro que los heridos sufran de estrés post traumático e incluso no puedan retomar sus labores habituales.