Los hosteleros entienden que la situación es complicada, pero insisten en que los contagios en bares y restaurantes son minoritarios y no son el problema. El presidente de la Asociación de Cafés y Bares de Zaragoza, Jesús Laboreo, lamenta que todas las restricciones limitan su actividad, lo que pone en riesgo a miles de familias. Por eso, expresa su hartazgo y desesperación ante esta situación.
Desde el Gobierno aragonés señalan que trasladaron ayer estas nuevas medidas restrictivas al sector de la hostelería y que los propietarios de bares y restaurantes mostraron su comprensión. La consejera de Presidencia, Mayte Pérez, ha insistido en que el Ejecutivo autonómico presentará esta misma semana un plan de rescate para la hostelería.
Uno de los sectores que también se va a ver afectado por estas nuevas restricciones es el de los gimnasios. Muchos de ellos habían acometido importantes inversiones para adaptarse a la nueva manera de hacer deporte y ahora se ven abocados al cierre. El propietario del Gimnasio Freetime de Teruel, Carlos Polo, no entiende el por qué de estas medidas cuando en las instalaciones deportivas apenas se ha registrado un 0.28% de contagios. Además, considera que deberían ser catalogados como un servicio esencial
Teatros, museos y cines también deberán cerrar a las ocho de la tarde, lo que obliga a cambiar horarios en las representaciones y en las proyecciones. El Ayuntamiento de Zaragoza ya está analizando toda la programación para adaptarla a la actual situación para que acaben antes de las ocho de la tarde. La vicealcaldesa, Sara Fernández, confía en reducir el impacto al sector cultural.