La crecida del Ebro no está afectando a la cuenca del Guadalope, que continúa en situación de alerta por sequía. En los últimos días apenas se han acumulado siete u ocho litros de precipitación por metro cuadrado y esto no es suficiente para regar las 15.000 hectáreas de cultivo esta primavera.
La campaña de riegos arrancará la semana que viene con algo más de 80 hectómetros cúbicos de agua almacenada en el conjunto de la cuenca, cuando el nivel habitual en esta época del año es de 120.
Por embalses, Caspe tiene 41 hectómetros cúbicos almacenados, Calanda se encuentra al 40% con 21, La Estanca está al 81% con casi 6 hectómetros cúbicos, y el Puente de Santolea al 46% con 8 hectómetros cúbicos.