La ausencia de precipitaciones y las altas temperaturas de los últimos días no han mermado las reservas hídricas del pantano del Arquillo, que es la principal fuente de abastecimiento de agua a la capital.
En estos momentos el pantano de San Blas está al 66% de su capacidad total, con un volumen de agua embalsada de 14 hectómetros cúbicos.
Desde la Confederación Hidrográfica del Júcar indican que estos datos no son preocupantes, aunque esperan que la climatología cambie para poder aumentar sus reservas.