Norbert Feher no solo reconoció los crímenes, sino hasta 23 identidades falsas, algunas de ellas vinculadas a una organización criminal italiana. El exmilitar serbio también insistió en que llegó a España desde Italia en bicicleta.
A preguntas de la fiscal, el asesino confeso respondió que los diecisiete disparos a los guardias civiles los hizo a dos manos, como si llevara una metralleta y que todo fue por conservar una Biblia. Por su parte, el abogado de la familia Iranzo, Enrique Trebolle, considera justificado que Feher no actuó en defensa propia sino que su intención era matar.