La falta de acierto goleador del Málaga a domicilio queda reflejado al comprobar que en 6 partidos lejos de La Rosaleda, los malaguistas sólo han logrado 3 goles. Sin embargo, el aspecto defensivo juega a su favor al haber encajado tan sólo 2 tantos. Buena parte de culpa, como en esta ocasión ante el Osasuna, la tiene el cancerbero Caballero.
Las únicas ocasiones de peligro del Málaga en el primer tiempo las firmaron Joaquín con un libre directo que obligó a Andrés Fernández a emplearse a fondo, como con anterioridad hizo Portillo con un disparo lejano. Mientras tanto, Caballero ya mostró sus cualidades a disparos de Sola y Cejudo.
En la segunda parte la pelea continuó centrada en el centro del campo sin presencia malaguista en ataque y con su portero volviendo a brillar ante los remates de Arribas, Onwu y, sobre todo, ante Cejudo en un uno contra uno que abortó con su pie izquierdo.
Tras dos derrotas consecutivas en casa, el Málaga saca un punto para centrarse en el siguiente encuentro ante el Zenit en San Petersburgo.