"El sueño del flamenco no es una imagen de un solo día, son ya varios años los que llevo trabajando en esta zona, sobre todo con aves limícolas, pero este verano estaba con mis primos dando un paseo en bicicleta por las inmediaciones del faro de Punta Entinas Sabinar y, mientras regresábamos, me di cuenta de la luz extraordinaria que incidía en esa zona al atardecer y de que había un grupo de flamencos juveniles (estos suelen ser más tranquilos y confiados).
Al llegar a casa, la imagen me venía a la cabeza, estaba seguro de la fotografía que quería, así que al día siguiente acudí a la zona por la tarde esperando encontrar a esos flamencos. Y allí continuaban, me senté tranquilamente en una zona entre matorrales y esperé el momento, ellos se mantenían confiados e iban y venían sin ningún miedo. Al final, sobre las 20:30 de la tarde cuando el sol caía tras la vegetación que protegía a los flamencos, se encendieron los reflejos en el agua y mediante una subexposición en cámara pude resaltar la tonalidad cálida del reflejo envolviendo al flamenco y exaltando el minimalismo en la imagen, como si fuera una especie de paz y de calma que envuelve al animal antes de la noche.
Digamos que también es lo que siento en muchos momentos en ese punto del atardecer cuando estoy en soledad con la naturaleza, siento una calidez enorme que me envuelve y tranquiliza, y precisamente eso es lo que quiero transmitir con esta imagen. Ese punto exacto que estoy seguro de que muchos de nosotros y nosotras hemos sentido en algún momento.
Con esta imagen intento concienciar también para que entendamos y comprendamos que el Paraje Natural de Punta Entinas Sabinar es de un valor incalculable, único. Mucho se está hablando en diversos medios sobre la importancia de los ecosistemas a la hora de frenar pandemias y enfermedades. Comencemos por cuidar y proteger aquellos ecosistemas más cercanos a nosotros y enseñemos a las próximas generaciones que el equilibrio de nuestra especie depende directamente de ello, somos naturaleza."
