En plena racha goleadora y con un Cristiano Ronaldo desatado de cara a portería, llegaba a El Madrigal, un estadio donde las dos últimas visitas blancas terminaron en tablas. Ancelotti recuperaba el 4-3-3 dejando en el banquillo de nuevo a Isco e Illarramendi, a pesar de su buen partido frente al Elche entre semana. Así James recuperaba la titularidad en la línea del medio campo, junto a Kroos y Modric.
Con este sistema, el Real Madrid comenzó el partido sin criterio con el balón, presionado desde su línea defensiva por un buen Villarreal. Los de Marcelino pronto demostraron que los de Ancelotti deberían sufrir para conseguir los tres puntos.
Las primeras dudas del Real Madrid llegaron en defensa, desbordados por los ataques del 'Submarino Amarillo' la zaga visitante sufría en cada ataque del Villarreal. La primera ocasión de los de Marcelino llegó en el minuto 6 con un disparo de Uche que Casillas despejó bien colocado.
El partido poco a poco cogía ritmo y el Real Madrid respondía en ataque mientras seguía sufriendo en defensa. Vietto, que se movió bien durante todo el partido, tuvo en sus botas el 1-0 , tras un pase atrás de Gabriel que el argentino no supo concretar. Minutos después, el propio Vietto dejó en evidencia a Sergio Ramos tras un quiebro en la frontal del área, pero volvió a fallar en la definición.
Pero como los resultados se miden en goles, el Real Madrid se puso por delante tras un disparo de Modric ante el que Asenjo no pudo ni reaccionar. Después de media hora sufriendo en defensa, el Real Madrid volvía a basarse en su poder ofensivo para controlar el partido. Con la ventaja a favor y el Villarreal decidido a empatar el encuentro, un jugadón de Benzema dejó en bandeja el décimo gol en Liga de Cristiano (39').
Marcelino se sentaba en el banquillo resignado, asumiendo que a pesar de la buena primera mitad de su equipo, la efectividad visitante decantaba por el momento el encuentro.
Y si la primera parte del encuentro fue un intercambio de goles resuelto con efectividad por el Real Madrid, la segunda mitad fue de control por parte del Real Madrid, que manejo el balón para defender el resultado desde la posesión.
El Villarreal bajó su nivel de presión debido al cansancio y Marcelino intentó reactivar a su equipo con la entrada de Espinosa y los hermanos Dos Santos. A pesar de que los cambios dieron algo más de movilidad al Villarreal en ataque, las ocasiones no llegaron y el Real Madrid durmió el partido para conseguir su cuarta victoria en la presente Liga. En los minutos finales, Ancelotti recuperó el 4-4-2 con la entrada de Illarra e Isco, pero esta vez ambos jugadores poco pudieron brillar en un tramo del partido en el que el villarreal ya se había entregado.
El partido puso en evidencia el poderío ofensivo del Real Madrid -Cristiano suma ya diez goles en seis jornadas de Liga-, pero también que la defensa blanca sufre corriendo hacia atrás intentando frenar las transiciones rápidas de los equipos rivales. Por su parte el Villarreal plantó cara en la primera mitad, pero la falta de pólvora se paga caro ante los grandes. Ambos equipos piensan ya en sus citas europeas de entre semana.