Por segunda vez esta temporada, Carlos Sainz no pudo terminar la carrera debido a unos problemas en su monoplaza. El madrileño no ha podido comenzar la temporada todo lo bien que le hubiese gustado. Abandonó en Australia, primera prueba del Mundial, por una rotura de motor cuando iba 14º, y tampoco pudo finalizar la carrera en Baréin tras un fallo técnico en su coche.
La carrera se empezó a torcer nada más empezar. A pesar de una gran salida del español, pronto se encontró a Max Vertsappen en su camino, y el desenlace no fue el que Carlos esperaba. Sainz quería llegar a la quinta posición que ostentaba el holandés en ese momento, pero tras salir muy pegados de una curva Vertsappen consiguió seguir por delante y Carlos sufrió un pinchazo en la rueda delantera.
El coche ya estaba tocado y tenía que entrar a boxes, las esperanzas de conseguir un buen resultado y de poder puntuar ya se habían esfumado. Cuando quiso regresar a pista ya era último. Aún así, Sainz siguió adelante en busca de una buena posición pero los puntos ya eran imposibles.