Se le pedía que liderara al equipo sin Cristiano y vaya si lo hizo. Gareth Bale hizo valer su apodo de 'expreso de Gales' y destrozó al Valladolid en la victoria por 4-0 de los blancos participando en todos los goles. 'Hat trick' y asistencia a Benzema para dejar los tres puntos en el Santiago Bernabéu y para meter presión al Barça en un gran partido del Real Madrid.
Y es que el once que puso Ancelotti en liza no admitía muchas dudas y dejaba soñar al público del Bernabéu con poder ver un buen espectáculo sobre el césped. Y eso vieron. Porque espectacular fue la primera parte que se marcó el Real Madrid. Espectacular fue ver al trío mágico de mediocampo y a los dos puñales que desnudaban por banda al Valladolid.
Un Valladolid que ni se movió. No pudo. No podía. No era ni tan siquiera capaz de sacar el balón de su área. De eso se encargaron Xabi Alonso, Modric e Isco. De llevar la manija y el control del cuero y de que los que no iban vestidos como ellos persiguieran sombras. Y del gol, de los goles, se encargaron otros.
No estaba Cristiano Ronaldo. No hizo falta. Estaba Gareth Bale. Suficiente. El galés cada vez está más adaptado a su equipo, cada vez está más suelto y por su cabeza no pasan los euros que llegó a costar. Por su cabeza pasa fútbol, como por la de Di María, y entre los dos llevaron el cuero a las mallas de Mariño con un testarazo del 11 madridista.
Dos minutos le bastaron al de Gales para apuntillar al Valladolid. Dos minutos entre ese testarazo y un centro con la zurda, perfecto, que fue un regalo para Karim Benzema. El galo sólo tuvo que poner su cabeza junto a un perfecto balón del 11. Un balón que fue blanco, para deleite y disfrute del público y de un Cristiano risueño y feliz en la gradería del Bernabéu.
De la misma forma disfrutó en la segunda parte. Porque fue un calco, pero mejorado, de lo visto antes del descanso. El Valladolid se abrió en busca de un gol que le metiera en el partido y fue una invitación para que las alas del Madrid se terminaran por desplegar.
Llegadas y más llegadas por todos los lados posibles del Real Madrid y el tercero que se olía desde Castilla y León. Lo pudo marcar Benzema, de hecho lo marcó Benzema. Pero su gol lo anuló el árbitro por un inexistente fuera de juego de Carvajal. Sin embargo, Bale no estaba en fuera de juego...
Otro gol más del galés. Otra vez que la ya famosa celebración del 11 blanco se dejó ver en el Bernabéu. Porque Gareth no es solo velocidad. Gareth también es gol. Y si el gol de Cristiano no estaba, estaba el de él. Estaban los de él. Derechazo para aprovechar un error de la zaga pucelana y partido visto para sentencia a falta de 25 minutos.
Pero en esos 25 minutos Bale volvió a mojar. El 'expreso de Cardiff' se bastó el solo para derrotar al Valladolid en su mejor partido desde que viste la elástica blanca justo cuando su equipo más necesitaba de un líder. Ahora, y tras este 4-0, la pelota está en el tejado del Barça. Los del Tata deben ganar si no quieren sentir en la nuca el aliento de los equipos de la capital.