En su escrito de denuncia la LFP refleja que en el minuto 73, tras la señalización de un penalti a favor del Barça y su posterior transformación en gol, unos 1.800 aficionados locales, situados donde habitualmente se ubica el grupo conocido como BIRIS NORTE, "se exclamó la expresión "¡Árbitro valiente, valiente hijo de puta!".
"La mencionada expresión fue realizada de forma coral, coordinada y repetida, exclusivamente por parte del mencionado grupo de espectadores", señala la LFP, que destaca que el comportamiento en general del público presente en el estadio "fue correcto, dentro de la rivalidad y trascendencia intrínseca al propio partido y nivel de ambos contendientes".
Lanzamiento de una nueva campaña
La Liga elogia las medidas de prevención de la violencia adoptadas por el Sevilla y su aplicación tanto en los días previos, como durante el desarrollo del partido, con "un mensaje claro, contundente e inequívoco de la línea marcada por el club en relación al rechazo de los insultos en el fútbol".
Entre ellas destaca el lanzamiento de la campaña llamada "CORDIALITY", que incluye numerosas acciones en prevención de la violencia, el racismo y la xenofobia en el entorno del fútbol bajo el lema "Animar no es insultar. Insultar no es animar", que tiene espacio en los medios oficiales del club e incluye reparto de octavillas en el estadio, mensajes en la página web, redes sociales y vídeomarcador, tanto antes como durante el partido.
Dispositivo de seguridad a la altura
Igualmente en los controles de acceso al interior del estadio el club realizó un exhaustivo registro de pertenencias (bolsos, mochilas, riñoneras, etc.) para evitar el acceso de lemas intolerantes y materiales prohibidos y en diferentes zonas y vomitorios del estadio figura la palabra "Cordiality".
El Sevilla además dispuso un operativo de 240 vigilantes de seguridad privada y de 85 auxiliares para prevenir cualquier tipo de incidencia que afectara a la seguridad del encuentro.