Madrid |
Mendizorroza no asistió a un partido para el recuerdo. Ni mucho menos, porque los primeros 45 minutos entre Alavés y Atlético no conllevaron nada importante: sin señales de vida en ataque por parte de los dos equipos, con los rojiblancos con más rotaciones (Llorente y Herrera en el centro del campo).
La segunda mitad cambió algo el devenir del encuentro, aunque la cosa no se animó hasta la recta final. Fue en el minuto 70 cuando Álvaro Morata demostró que sigue bien relacionado con el gol: como ante el Leverkusen, firmó el único tanto de un gris Atleti.
Poco le duró la alegría a los de Simeone, que pecaron de lo de siempre. El Alavés se acabó animando, y en una de sus acometidas Lucas Pérez decidió sacar de sus botas un disparo imparable para Oblak: con su zurda, casi desde el balcón del área, mandó un zapatazo directo a la escuadra rojiblanca.
El tanto en el 83' dejó helado a un Atlético que vuelve a tropezar en Liga y sigue segundo a la espera de lo que haga el Barça. Por su parte, el Alavés permanece con 12 puntos, a tres del descenso y con toda la jornada aún por disputarse.