El Madrid hizo lo que tenía que hacer, ganar. Los blancos llegaban a Anoeta con dos empates consecutivos en el Bernabéu -se sacaron la espina en Champions ante el Apoel- y no ganar en San Sebastián suponía 'descolgarse' de la Liga. Por lo que su consigna era clara, ganar o ganar. Zizou dio la charla y ellos hicieron el resto (1-3).
Una primera parte de nota, de esas que no tienes nada que reporchar. Jugó, creó y llevó la iniciativa en todo momento. El primero, fue obra de Mayoral. Anotó un gol de 'nueve', se colocó donde tenía que estar y aprovechó el balón que dejo muerto en el área Ramos. Antes pudo abrir el marcador Asensio, en el 15, tras una gran internada de Theo por la banda. El francés, todo hay que decirlo, paso el examén con creces.
Tras el gol de los blancos, comenzaron a verse los mejores momentos de la Real. La defensa madridista estaba resquebrajada. Avisó Canales y sentenció Kevin Rodrigues con un tanto de lateral a lateral.Pero la gloria le duró poco a la Real.
En el 36' Mayoral actuó como el listo de la clase, continúo la contra y se apropió un tanto que en realidad fue obra de Kevin, en propia. El jugador se llevó una de cal y una de arena en el duelo. Sobre Borja, partido notable del canterano.
La gran noticia para los blancos fue la 'vuelta' de Bale, el galés se reencontró con el gol. Un tanto muy de los suyos, una contra rápida y un disparo potente que terminó en la red de la Real. Anoeta no falla, sigue siendo su estadio talismán, cada vez que lo pisa...marca.
La distancia la pudo aumentar Asensio, ya casi ritual que marqué el mallorquín. Anotó el 1-4 pero el coleguiado invalidó la jugada por fuera de juego. Fuera del guión, reseñable Isco, el malagueño, sigue a lo suyo, deslumbrando.
El Madrid de Zidane recupera su esencia, vuelve a ganar. Y sí, Sin Marcelo, Sin Kroos, Sin Benzema y sin Cristiano... El Madrid también gana.