Los vizcaínos, que hicieron un gran partido, pudieron marcar más goles y cimentaron su contundente victoria en una magnífica primera mitad en la que Iñaki Williams logró un doblete, y aunque en la segunda parte el Betis acortó distancias de penalti por medio de Rubén Castro, Raúl García redondeó el marcador con el 1-3 al final.
Ambos equipos querían romper sus desiguales rachas: el Betis, si bien venía de empatar en Granada, después de dos derrotas seguidas en casa (Deportivo y Espanyol); y el Athletic, tras cuatro partidos invicto (dos victorias y una igualada ligueras y un triunfo en Europa), pero sin haber ganado aún lejos de San Mamés en la Liga.
Con dos defensas lesionados, el peruano Vargas y el alemán Heiko Westermann, más el delantero francoitaliano Vincenzo Rennella, el entrenador bético, Pepe Mel, sacó a Molinero en el lateral izquierdo y al argentino Germán Pezzella de central en un once más ofensivo a priori, con Ceballos y el senegalés N'Diaye en el medio, y arriba Joaquín Sánchez, el holandés Ricky Van Wolfswinkel y Rubén Castro.
En los rojiblancos, dados sus últimos buenos resultados y con Gorka Iraizoz en la portería, el técnico Ernesto Valverde repitió el mismo equipo de los tres últimos partidos, con el exbético Beñat Etxebarría y Mikel San José en el medio campo, salvo la entrada del joven Sabían Merino en el extremo izquierdo por Markel Susaeta.
Desde el inicio, el Athletic dejó claras sus intenciones, dominó por completo el partido y llevó mucho peligro a la portería de Antonio Adán, como en una falta lanzada por Beñat que San José, completamente solo, mandó alta a los 6 minutos.
Los vascos tenían todo el control ante un Betis decepcionante, dormido y desbordado por el buen fútbol, la mayor claridad de ideas y la rapidez en las salidas de los vizcaínos, que, tras avisar De Marcos de nuevo, materializó lo que se ya veía venir al marcar el 0-1 el joven Williams de un fuerte derechazo, a los 8 minutos.
El gol llevó al marcador la tremenda superioridad del Athletic, que siguió con su juego fluido y pudo marcar varios goles más ante el naufragio del Betis, que en la primera mitad sólo remató una vez a puerta, un cabezazo de Pezzella tras un córner. Joaquín, bien tapado por el rival, fue el que más lo intentó, pero sin acierto.
Los bilbaínos siguieron dominando y a lo suyo. Tras un puñado de ocasiones no aprovechadas por Williams ni por Aduriz, este por tres veces, de cabeza, en un tiro cruzado y en una acción donde creyó que estaba en fuera de juego, hasta que Williams, muy activo, no perdonó en el último minuto de este periodo e hizo el 0-2, de tacón en el área chica, a pase de Raúl García.
Tras el descanso, al que los de Valverde pudieron irse con una renta mucho mayor, Mel sacó al francés Didier Digard por Portillo. El Betis salió con una imagen bien distinta y en una gran acción de Joaquín pudo acortar distancias a los 3 minutos, pero el tiro de Molinero -luego cambiado por Varela- lo despejó la zaga visitante,
El Athletic, ahora menos cómodo, siguió con su mayor verticalidad y también pudo hacer su tercer gol en acciones de Sabín Merino en el 50, de Raúl García en un remate a bocajarro que salvó Adán y, sobre todo, en un tiro que mandó al larguero en el 56, y en una contra que no culminó Williams, lo que dio paso al renacer de los verdiblancos.
Tanto perdonaron los vizcaínos que el Betis, que mejoró bastante en este periodo, se metió en el partido al hacer el 1-2 Rubén Castro de penalti, por manos de un defensor vasco, a 23 minutos del final.
Esto generó dudas en el Athletic ante el empuje a la desesperada del Betis, que metió más 'pólvora' arriba con Jorge Molina por Dani Ceballos y rozó el empate tras un centro de Van Wolfswinkel al que no llegó de milagro Rubén Castro, en la boca de gol, en el 71.
Pero los bilbaínos jugaron con el marcador y el tiempo a su favor, sufrieron en algún ataque aislado de un Betis lanzado y que dejó huecos atrás, lo que aprovechó Raúl García, tras una dejada de cabeza de Aduriz, para sentenciar y hacer, de un gran disparo, el 1-3