El Barcelona ha rematado su pase a la final de la Liga de Campeones pese a perder ante el Bayern (3-2) en el Allianz Arena, un estadio que necesitaba vivir una nueva remontada pero vio cómo Neymar frustraba ese sueño. El brasileño y también Messi y Luis Suárez volvieron a hacer una genial demostración de su química y, junto a un Ter Stegen impecable bajo los palos, llevaron al equipo azulgrana a su tercera final en siete temporadas.
Prometía ser un partido de alta intensidad, con el Bayern buscando una remontada como la del Oporto, aunque muy consciente de que el Barcelona está en una galaxia diferente a la del conjunto portugués. Entonces, en el encuentro de vuelta de los cuartos de final, logró un 6-1; esta vez se hubiera 'conformado' con un 4-0. Por eso, desde el primer minuto impuso un ritmo muy alto con una presión asfixiante sobre la defensa azulgrana.
La velocidad de crucero de los de Pep Guardiola llegó al destino del primer gol muy pronto, en el minuto 7. Tras un saque de córner por parte de Xabi Alonso, Mascherano y Busquets fallan en el marcaje y Benatia, libre de marca, logra rematar de cabeza para estrenar el marcador. El gol hizo estallar el Allianz Arena y dio aún más confianza a los locales, que vieron en el tanto un signo de que el destino iba a estar a su favor.
Sin embargo, el colchón del Barcelona tras el 3-0 en el Camp Nou era aún demasiado cómodo y los azulgranas, lejos de inquietarse, mantuvieron la calma. Quizá hubiera empezado a llegar el nerviosismo si su tridente hubiera tardado más en empezar a hacer genialidades, pero la 'MSN' funcionó justo cuando más sufrían los de Luis Enrique.
Fue Neymar el que se erigió en protagonista y héroe del partido, con permiso de sus dos compañeros, al firmar un doblete en el segundo cuarto de hora de partido. Para su primer gol, Messi envió el balón a Suárez, que se revolvió en el área y puso el balón en bandeja para que el brasileño perforara la meta de Neuer. En el segundo, el argentino le mete un balón a la carrera al uruguayo, que se mete en el área sin oposición; cuando se ve rodeado, eleva el balón para Neymar en el segundo palo y el carioca lo cuela rozando el poste.
Pudo haber cambiado la historia si, entre medias, Müller o Lewandoswki hubieran estado más acertados, pero se toparon con un Ter Stegen que tuvo mucho que ver en el frenazo a la remontada local. Pero los dos zarpazos del Barcelona habían dejado vista para sentencia la eliminatoria. El Bayern necesitaba llegar a un 6-2, una utopía.
Y, con todo, no bajó los brazos, lo que es una muestra de la grandeza de uno de los equipos más grandes de Europa, el más grande de todo el continente después del Barcelona y el Real Madrid. Si morían, lo harían de pie y luchando, y eso lo que los aficionados tienen que agradecerle. Porque un partido que estaba sentenciado, en vez de languidecer, siguió siendo interesante. Pudo haber sido clave el minuto 39, pero lo evitó Ter Stegen frenando un trallazo que hizo que el balón siguiera rumbo a la portería y reaccionando a tiempo para evitar que superara la misma línea de gol.
En la segunda parte, el Barcelona se dedicó a ir descontando los minutos para sellar su pasaporte a Berlín, cediendo el balón al Bayern. Y el equipo alemán mantuvo la motivación en ir ya no a por una eliminatoria imposible sino a una simple victoria, a evitar una derrota y acabar su participación de forma muy honrosa. Y lo logró. Lewandowski puso el empate con un fuerte disparo tras ergatear a Mascherano. Y en el minuto 74, Muller firmó el 3-2 con un zapatazo desde fuera del área.
Para entonces, el Barcelona había perdido su esencia e incluso Luis Enrique, que ya en el descanso había decidido prescindir de un Suárez con los isquiotibiales cargados, tuvo que pedir intensidad a sus jugadores. Pero el Bayern ya había hecho la tarea que el transcurso del partido les hizo posible: ganar. La remontada, que ya parecía difícil, se quedó en lo que era: una quimera ante un Barcelona que resolvió con dos momentos de talento de su tridente. El Barcelona lucharán por su quinta 'Champions', que sería la tercera en estos siete últimos años.