El Valencia Basket celebró su partido 1.000 en la ACB con su decimosexta victoria consecutiva en la Liga (81-74) pero para que el CAI Zaragoza no le amargase la fiesta tuvo que cambiar el esmoquin de la primera parte por el mono de trabajo en la segunda para ahogar con su defensa la inspiración ofensiva del rival. El equipo aragonés se encontró muy cómodo en el intercambio de canastas de los dos primeros cuartos pero perdió el paso con la mejoría defensiva valenciana.
Con la confianza por las nubes tras sus dos brillantes últimos encuentros, Antoine Diot saltó a la cancha dispuesto a asumir el peso de la anotación de los locales. No sólo lo logró sino que tuvo en Justin Hamilton a un socio fiable, pero el CAI respondió sin complejos de la mano de un inspirado Benzing. Los primeros minutos se convirtieron en un vertiginoso intercambio de canastas con poca dureza defensiva por ambas partes, aunque aún menos por la del Valencia, lo que permitió al CAI situarse por delante.
Pero le duró poco. La rotación de Pedro Martínez devolvió al Valencia el control del juego. Guillem Vives serenó el ritmo, Romain Sato secó a Banzing y Bojan Dubljevic consiguió que su equipo mantuviera el ritmo anotador aunque los visitantes, bien dirigidos por Henry y con Kravtsov de estilete, aguantaron el tipo (21-21, m.10). La aparición de un afinado Linhart, que anotó tres triples seguidos nada más arrancar el segundo cuarto, dio un nuevo impulso al conjunto de Andreu Casadevall y descolocó a la defensa valenciana que tuvo que abrirse y dejó espacio para que Jelovac le hiciera daño de camino a su aro.
Viendo peligrar el mando del choque, Fernando San Emeterio asumió el control de las operaciones en el Valencia y le ayudó a superar esos momentos de desconcierto. Recuperada la calma, los puntos de Rafa Martínez unidos a los de Dubljevic y algunas pérdidas de su rival forzadas por su buena defensa le permitieron llegar al descanso con una pequeña renta (49-45, m.20).
Tras el intermedio, el Valencia logró por fin dominar el choque desde su agresiva defensa y aunque alguna precipitación en ataque impidió que su rédito fuera mayor, logró ampliar su renta y obligó a Casadevall a para el encuentro ante el riesgo de que se le escapase definitivamente (59-49, m.26). Benzing mantuvo en pie como pudo al conjunto aragonés pero el CAI luchaba ya más por no descolgarse que por disputar el triunfo a los locales pese a que Tomás Bellas intentaba que sus compañeros recuperaran cierta alegría en su juego.
El técnico visitante mantuvo la apuesta por Jelovac y Kravtsov juntos en la pista para no perder la batalla física pero eso no frenó a los locales. Dubljevic les ganó los 'uno contra uno' cerca del aro y un par de acciones de Shurna, muy activo en ambas canastas, mantuvieron controlado al CAI (77-66, m.34). Se jugó el CAI su última carta tratando de enloquecer el partido con un ritmo endiablado y logró confundir al Valencia.
Pero esa precipitación también lastró sus opciones y aunque un triple de Fotu apretó el choque (77-72, m.39), una pérdida en un pase de Henry a Norel y un precipitado tiro de Sastre dejó el camino libre para que el Valencia certificara desde la línea de tiros libres un nuevo triunfo en su partido 1.000.