El blog del sexto hombre

18 años después

28 días después, película angustiosa que narra las peripecias de Jim, hombre que entró en coma y despierta 28 días después de una epidemia de rabia que deja a la ciudad de Londres completamente desierta. Jim recorre sus primeros pasos tras el coma y encuentra en un muro la frase “Te echaremos de menos”. Londres, año 2013. Jim bien pudiera ser el Real Madrid que despierta del coma europeo 18 años después de su última Copa de Europa. Ha recorrido sus primeros pasos tras él eliminando al Barcelona en un partido en el que Felipe Reyes fue decisivo. Es entonces cuando asoma la frase en el muro de acceso al O2 Arena: “Te echaremos de menos”. Es el nuevo estreno cinematográfico: 18 años después.

ondacero.es

Londres | 11.05.2013 14:08

Reyes penetra a canasta ante la defensa del Barcelona
Reyes penetra a canasta ante la defensa del Barcelona | EFE

El clásico ha sido una película del mejor suspense, con los actores principales oscurecidos por los guiones tácticos de Xavi Pascual y Pablo Laso. Pero siempre surgen los secundarios como Huertas, Jasikevicius y Tomic en el Barcelona o Sergio Llull, Felipe Reyes y Sergio Rodríguez en el Real Madrid. Entiende la expresión utilizada por El Sexto Hombre: jugadores ejemplares secundarios de las dos estrellas llamadas Juan Carlos Navarro y Rudy Fernández. Después de mucho ir y venir, de un ritmo por momentos pausado, a ratos alocado, llega el momento del desenlace de la trama con el Barcelona manejando una ventaja de nueve puntos con canastas inverosímiles. ¿Qué ha sucedido para que el Real Madrid haya conseguido iniciar un cambio de tendencia en nuestro baloncesto?


Primero, la clase magistral de Sergio Rodríguez convertido en el último año en un base determinante. No es un director al uso, producto de su extraordinaria visión de juego, y ha alcanzado tal grado de madurez que es imprevisible. Domina todas las facetas del juego ofensivo y mostró ayer una cara para muchos desconocida como es la defensiva. Se pegó cual lapa a Juan Carlos Navarro y le extrajo toda la sangre que tenía. No permitió que recibiera ni un balón en buenas condiciones y fue capaz de anotar 12 puntos y repartir 8 asistencias. Determinante. El mejor base de la Final Four. 
Segundo, el capitán Felipe Reyes hace todas esas cosas que numéricamente no aparecen pero que son imprescindibles en un partido. Si a eso le sumamos que fue el máximo anotador cuando la sombra del fracaso volaba sobre las cabezas blancas, comprendemos su trascendencia. 5 puntos consecutivos suyos metieron de nuevo al Madrid en el partido y supusieron el despertar del campeón tras el largo coma europeo.


Tercero, Pablo Laso. He leído y escuchado comentarios absurdos en torno a su persona. Más concretamente, sobre cómo maneja los partidos. Con su equipo 9 puntos abajo, solicitó un tiempo muerto para recordar a sus pupilos cómo habían llegado hasta Londres, cuál es su virtud y les mostró la manera de llevarla a cabo. Zona mixta, o de ajustes como te guste más denominarla, con Llull jugando de escolta y Slaughter acompañando a Reyes en la pintura. Otro día habrá que hablar de Slaughter, de lo que hace y no se ve en las estadísticas, pero estaba con el director de la película, el señor Pablo Laso, que ha conseguido variar el guión de tal manera que lo que antes era angustia y horror, hoy es ilusión, fe y creencia firme en algo que hace años era un imposible: la novena.


El domingo 12 de mayo, a las 9 de la noche hora española, el vigente campeón de la Euroliga intentará que todo lo relatado hasta ahora se quede en agua de borrajas. Cuenta con Spanoulis, base griego no tan imaginativo como Sergio pero con una consistencia y conocimiento del baloncesto igualmente prodigiosos, con el héroe griego Printezis y el orgullo de haber eliminado al gran favorito al título, el CSKA de Moscú, de una manera incontestable. Es un gran equipo, es el campeón y eso es suficiente para intuir que la final será apasionante.


El destino es caprichoso. En 1995, en Zaragoza, el Real Madrid conquistó su octava Copa de Europa ante el Olympiacos. Entonces jugaban Sabonis, Arlauckas, Ismael Santos, José Miguel Antúnez, Pep Cargol, Antonio Martín, Javier García Coll, José Lasa dirigidos por Zeljko Obradovic. Su receta fue, al entender de Zeljko, sencilla: defender al bueno (entonces era Eddie Johnson que fue anulado por uno de los mejores defensores conocidos: Ismael Santos). “Jim” ha salido del coma. 18 años después.