Final Copa del Rey I Real Madrid 1-2 Atlético de Madrid

Real Madrid 1 - 2 Atlético de Madrid

Catorce años han tenido que pasar para ver al Atlético ganar al Real Madrid. Para que ganase, y para que le ganase en una final. Una final de Copa del Rey que fue para los de Simeone gracias a un gol de Miranda en la prórroga y a un Courtois inmenso.

ondacero.es

Madrid | 18.05.2013 00:08

Y el Atlético ganó al Madrid cuando tenía que ganarle. Cuando debía ganarle. Cuando se jugaba un título, un título como la Copa del Rey. Una Copa del Rey que fue directa del Bernabéu al Calderón gracias a la victoria rojiblanca por 1-2 ante el Real Madrid gracias a un tanto de Koke y a un Courtois que se convirtió en el héroe del derbi.

Un derbi. En su máxima expresión. Intensidad, garra, emoción... pero también una final. En su máxima expresión. Y como en toda final, la intensidad se hizo esperar. Esperar a que uno de los dos equipos se despojase del miedo, se despojase del respeto, y comenzara la búsqueda de la victoria.

Porque timoratos empezaron los dos. Muy timoratos. Muy respetuosos, sin arriesgar más de la cuenta. Esperando errores, o esperando no cometerlos. Pero se veía más entero al Madrid, y el Atlético confundió timidez con temor, temor a perder, otra vez, ante el eterno rival. Y sobre todo a perder una Copa.

Ante los miedos rojiblancos el césped del Bernabéu se tiñó poco a poco de blanco. Con calma, con posesión, el Real Madrid se iba haciendo dueño del tempo y del cuero, un cuero que no tardó demasiado en adentrarse en las redes de Coutois gracias a un tanto de Cristiano, cómo no, con un cabezazo a un saque de esquina botado por Ozil.

El Madrid despertó al Atlético
El Atlético no reaccionaba. No encontraba la calma. Se presagiaba goleada. El viento soplaba a favor de los ataques merengues y a punto estuvo de llegar el 2-0 en alguna que otra jugada. Pero el viento empezó a pararse. Empezó a ser más débil y a modificar su trayectoria más por demérito del Madrid que por mérito de los de Simeone.

Porque los de Mourinho no sólo dieron un paso atrás para buscar la contra. Sino que también dio el cuero a los rojiblancos, y les dio opciones. Varias opciones. Y a balón parado, algo que no se les da precisamente bien a la hora de defender. No fue con la bola quieta, sino en movimiento, cuando llegó el empate gracias a un jugadón de Falcao y a un ajustado tiro de Diego Costa.

Prometía el partido. Un encuentro en el que la emoción era el plato principal del menú mientras ambos equipos buscaban con sus armas un tanto que acercase la Copa a sus vitrinas. Pero la Copa se les resistía. Y no fue porque no lo intentarán ni uno ni otro. El Atlético las tuvo, y el Real Madrid también las tuvo, con hasta tres palos y un providencial Juanfran salvando un gol cantado.

Mou a la calle y prórroga
Un gol que no llegaba. Pero la tensión sí. Porque un derbi, un derbi como los de antes, sin ese punto de tensión, no es, ni será un derbi jamás. Tensión con expulsión incluida de Mourinho y con un partido alocado que terminó su tiempo reglamentario sin ganador y con el Real Madrid encerrado en su área por los corners consecutivos del Atlético.

Tocaba prórroga. Tocaba disfrutar de este partido, de esta final, gran final, durante otros 30 minutos más. Treinta minutos que, como el resto del partido, estuvo cargado de emoción, pero que a diferencia del tiempo reglamentario, sí nos dejó un ganador. Y fue el Atlético, gracias a un gol de Miranda a pase de Koke y a un Courtois que salvó todo lo que le llegaba a su portería.

No exento de polémica estuvo el final. Un final en el que aparte del gol de Miranda vio cómo Cristiano y Gabi se iban a vestuarios antes de tiempo por sendas expulsiones y que terminó con alegría en el Atlético por la Copa y tristeza en el Real Madrid por el término de una temporada en la que no han sumado ningún título a su palmarés.