Entre trincheras y trifulcas, intentan abrirse paso noticias esperanzadoras aunque no sean muy cacareadas: Mercadona e Inditex son dos titanes de la empresa española y ambas han batido récords de ganancias. Más de mil millones de beneficio para el imperio de la familia Roig y casi 5400 en el del clan Ortega.
Son modelos de negocio exitosos y, aunque seguro que no son perfectos, ambos se basan en la inversión, en el continuo crecimiento y en tener cada vez una base más sólida de trabajadores con los que acuerdan y pactan. En la empresa valenciana se firmó el año pasado una subida de hasta un 6% en salarios vinculada a beneficios y en la gallega, el histórico acuerdo por tres años fue fijar un salario mínimo de 18 mil euros para sus más de 36 mil empleados en España.
Dicho de otra manera, cuando hay sensatez y diálogo, los resultados positivos están más cerca. Con empresarios sensibles, con trabajadores sensatos. Entonces, ¿lo de la clase política? O es inutilidad por contagio o es vicio por creencia. Sea como fuere, qué pena que no podamos habilitar una fórmula creativa para obligarles a ser ciudadanos normales.