EL GALLO ZUMBÓN

Rafa Latorre: "Juan Carlos I ha hecho un movimiento demasiado profano para un Rey"

Rafa Latorre reflexiona sobre la situación en la que queda de cara a la opinión pública el rey emérito tras pagar los más de 678.000 euros a Hacienda por una deuda tributaria.

ondacero.es

Madrid | 10.12.2020 09:33

El problema es que no hay una forma de hacer una regularización moral y es lo moral el sustento de la legitimidad de un Monarca.

Juan Carlos I ha hecho un movimiento demasiado profano para un Rey. Su pago de 678.000 euros a Hacienda le permite sortear la vía penal, pero mediante el reconocimiento implícito de que su actuación fue irregular.

Es tan evidente que hasta se podría calcular el dinero disfrutado en función del montante regularizado y todo mediante una urdimbre destinada a oscurecer el rastro del dinero.

Claro, que no hay que hurtarle a Don Juan Carlos el reconocimiento de sus valiosos servicios a España, pero insistir continuamente en ello resulta un poco lastimero. Más que nada porque el debate sobre su situación actual no está zanjado.

El emérito debe cumplir un postrero servicio a la Corona y ponerse al servicio del Rey Felipe VI de inmediato y sin vacilaciones, porque hay algo en juego muchos más importante que su bienestar y su reputación.

Su mudanza a una satrapía árabe fue un error -ya algunos lo advertimos-, lo que pasa es que es un nefasto proceder eso de subsanar un error con otro error. Su regreso a España no debe depender de él, sino de la Zarzuela y de su actual inquilino, que es quien debe gestionar el gravísimo estropicio provocado por la persistentes debilidades de Don Juan Carlos por el dinero y la compañía.

Concluyo que es muy deprimente ver cómo se derrumba un símbolo -siempre lo hacen por cuestiones mundanas-. Que no se preocupen Juan Carlos y los 'juancarlistas' por el debido reconocimiento, que de eso se ocupará la historia. Lo que compete ahora, es el futuro de un Rey y no el pasado de un exrey, al menos para los que todavía le concedemos un gran valor y vigencia a la institución en torno a la que los españoles se reconciliaron entre sí.