Pero la alegría nos la dio el Valencia que era quien se jugaba su permanencia en la Champions, algo que no conseguía desde hace 10 años, y lo consiguió ganando al Ajax que es un equipo muy joven, pero muy trabajado, aunque les pudo la inexperiencia, y cuando Rodrigo consiguió el gol para el Valencia, con una precisión prodigiosa, el Ajax perdió la suya y el Valencia les sujetó muy bien y les cogió la espalda con cierta facilidad, aunque los chicos del Ajax llegaron muchas veces en la segunda parte y con ocasiones muy claras, pero el Valencia maneja bien la especialidad de la defensa numantina, y los holandeses sacaron su peor versión, niñatos protestones que pretendían ganar el partido a base de faltas y empujones que el árbitro a veces permitía.
Aun así, el final del partido fue una película de miedo, porque el Ajax ya se volcó alocado en la portería de Jaume, que hizo milagros, porque la parada que hace por bajo junto al poste, casi en el tiempo de descuento, que después la repite en el otro palo, son paradas milagrosas que ganan un partido y dan una clasificación. Si esta noche el Atleti gana al Lokomotiv, como es de esperar, nuestra liga, nuestro fútbol, habrá metido a sus cuatro equipos en los octavos de final de la Champions, y eso es algo que debemos y tenemos que valorar y disfrutar.