Parece que esta semana se va a dar a conocer el nombre del elegido, que no es ninguno de los que ha sonado en esa ensaladilla de chismorreos, y tampoco será Pepu Hernández, el concejal de Madrid, quizá el más preparado, y el más idóneo para el puesto, pero la amenaza de la oposición de volver a basurear la licencia de obra de su casa en Madrid, atemoriza a Pedro Sánchez, y descarta a Pepu Hernández.
Es curioso, porque ahora que sale del sarcófago Miguel Ángel Rodríguez, y vuelve a ponerse los correajes para hacerse escolta de la Presidenta de la Comunidad, se le olvida a Pedro Sánchez, que el resucitado Rodríguez fue camarada de Rafael Cortés Elvira, cuando los dos manejaban el Valladolid, y además eran socios en la agencia de publicidad Carat, claro que Cortés Elvira era el rector de la Universidad en la que hizo el máster Pedro Sánchez, y al mismo tiempo Cortés Elvira era el asesor de Villar cuando Villar entró en la cárcel, y la mujer de Cortés Elvira es la jefa de los servicios médicos de la Federación de Rubiales…
Y no sigo, porque el enredo acaba en un estercolero. Pero, con esos antecedentes, qué miedo pensar en el nombramiento de esta semana, con la cantidad de cosas que hay que resolver en el deporte, por ejemplo, conceder a Rubiales que adelante las elecciones antes que salga otro candidato.