Israel se lo puso muy difícil a Italia, hasta el punto que los italianos solo pudieron dar la vuelta al partido en los minutos finales. Juegan con la pasión y la entrega propios de un pueblo nómada que se siente siempre hostigado y llevan en los genes la autodefensa.
La Selección española es mejor, por historial y por individualidades, pero este partido nació torcido desde que lo convocaron para jugar en Gijón, y comenzaron los enredos políticos y terminaron en el malestar del presidente del Fútbol Asturiano, que se siente ninguneado ante la decisión de los jugadores de regresar esta noche a Madrid después del partido, en vez de quedarse allí un par de días como soporte publicitario mediático.
Pero eso lo decide la Selección, no el presidente de la asturiana, y la selección es el seleccionador y los jugadores, el resto miran y dan tabaco, como en el mus….y aplauden o silban, según.
Pero nada más, debería saber eso el presidente de la Federación Asturiana, que lleva tantos años tocando las palmas en el cuadro flamenco de Villar.