EL COMENTARIO DE DE LA MORENA

José Ramón de la Morena: "La obsesión de los clubes por tener controlados a los jugadores en lo que digan, la extienden también al fútbol femenino"

Nos vamos a desenganchar esta semana un poco del fútbol habitual, para dejar a la selección preparar los dos partidos que tiene el sábado en Valencia contra Noruega, y el martes en Malta, clasificatorios para la Eurocopa del año que viene, que se jugará en varios países europeos al mismo tiempo, y la final en Londres.

Ondacero.es

Madrid | 18.03.2019 08:36 (Publicado 18.03.2019 08:34)

La Liga se pone cada vez más cuesta abajo al Barça y Messi cada vez parece estar mejor lo que le da también muchas garantías en la Champions, pero a mí lo que me resultó ayer más emocionante fue ver el Metropolitano de Madrid, lleno a rebosar, sin entradas en taquilla, para ver a las chicas del Atleti y el Barça. Ganó el Barça, que recorta tres puntos al Atleti, que continúa líder, pero lo impresionante fue el ambiente y el clima de pasión e interés que se creó por el partido. Y en eso algo debimos de influir los medios de comunicación, a los que los clubes de fútbol continúan maltratando, y apartando de sus futbolistas como si fuesen apestados.

El Barça anoche no me permitió hablar con ninguna de sus jugadoras, algo que no logro entender porque fundamentalmente buscábamos una complicidad solidaria con el fútbol femenino en una noche de domingo que todo lo ensombrece el fútbol masculino, pero esa obsesión de los clubes, y especialmente de los más grandes, aunque hasta en segunda división ya tienen todos jefe de prensa para controlar quién habla y dónde lo hace, esa obsesión, digo, por tenerles controlados en todo lo que digan, la extienden también al fútbol femenino que precisamente ahora lo que más necesita es promocionarse y que lo promocionemos.

Desconozco de quién fue la idea de amordazar a las chicas del Barça anoche, aunque puedo suponerlo, pero me da pena y al mismo tiempo me irrita la estupidez, claro que es peor estudiar la carrera de periodismo para terminar convertido en segurata de los jugadores o las jugadoras para que nadie hable de ellos, porque eso es lo que está sucediendo, clubes que contratan jefes de prensa y los convierten en guardias de seguridad, una profesión dignísima, pero diferente a la de periodista.