Y con la incertidumbre que suelen dejar las ruedas de prensa de Luis Enrique, al que ya se le va cayendo el barniz amable que le dieron hace dos meses, y empieza a mostrarse al natural. Pensé que en un acto de honestidad y humildad convocaría a Jordi Alba, porque realmente lo merece y está entre los dos mejores laterales izquierdos que tenemos, pero no lo ha hecho.
Está claro que guarda algún rencor de su época en el Barça que desconocemos pero que también sospechamos la mayoría. Es su decisión y es su responsabilidad, pero sus herméticas evasivas de ayer en la rueda de prensa, aún arrojan más sospechas.
Está en la línea de crispación y caciquismo vengativo que ha impuesto el nuevo presidente de la Federación, Rubiales, El Rubi, que a su vez maneja el sindicato de futbolistas para espolearlo contra Tebas, su enemigo íntimo que preside la Liga de Fútbol Profesional, y como ahora hay que negociar un nuevo convenio con los clubs, intuyo que vamos a entrar en un periodo de guerras y zancadillas que van a hacer daño a todo nuestro fútbol.
El Rubi azuzará y enviará a la guerra a todos cuantos tenga bajo su bote: futbolistas, ex futbolistas, árbitros, directivos….y en las guerras siempre hay víctimas, pero raramente los que promueven las guerras suelen estar entre las víctimas. Huyen o pactan. Eso es muy de Rubiales.
Lo que me da más pena es la ignorancia o el egoísmo de algunos y algunas futbolistas que se han dejado embaucar por semejante personaje….aunque solo fuera porque viene avalado por Villar y Padrón, los dos ex presidiarios que le dejaron en herencia la Federación, ya es para que se lo pensasen. Pero los errores que no se aprenden, se vuelven a repetir. Y así seguimos.