En un teatro de Londres la FIFA, la nueva FIFA, dijo Maradona, celebraba su gala de premios de la anterior temporada, eso que antes era el Balón de Oro cuando se lo apropiaron, y que ahora volverá a entregar, como hizo siempre, la revista francesa France Football. Premios para Cristiano Ronaldo como mejor jugador del año, Buffon mejor portero y Zidane mejor entrenador.
Nada que no se esperase en cuanto a los premios. En cuanto a las reacciones me sorprendió el discurso espontáneo, sincero y humilde de Zidane, la sonrisa benevolente de Messi cuando nombraron a Cristiano Ronaldo mejor jugador de la temporada. Fue un gesto serio, de auténtico compañero de profesión, y me sorprendió también como le cambió el humor a Cristiano en el escenario con el premio entre las manos, dando las gracias a todos en portugués y en inglés, y la reiteración en agradecérselo a todos sus compañeros.
El traje de Dani Alves, que por un momento pensé que iba a actuar con algún grupo de mariachis, y el perfil bajo que adoptó en la gala Giani Infantino, el presidente de la FIFA, que dejó todo el protagonismo a los futbolistas. Protagonistas porque eran sus premios, y la Fifa es lo que es gracias a ellos. Y es cierto, algo ha cambiado en la FIFA, pero aún no es suficiente, el FBI continúa investigando, y parece que saldrán cosas nuevas. Aquí no, aquí seguimos igual, y el CSD sigue cerrando a los ojos a las visitas del inhabilitado a la Federación de la que inhabilitan