El Valencia ganó al Alavés que se adelantó primero en el marcador, y deja la eliminatoria pendiente para el miércoles en Vitoria con ese 2-1; el Sevilla ganó al Atleti 1-2 en Madrid, jugando muy ordenado, muy concentrado y sin permitirse errores, y deja la eliminatoria en cuesta abajo para el partido de vuelta del martes, a las 9.30 en el Sánchez Pizjuán, con esa ventaja del 1-2.
Y el Espanyol ganó al Barça 1-0 y deja también la eliminatoria complicada para el Barça, que no marcó anoche en Cornellá y el valor de los goles en campo contrario es una gran ventaja para el Español, que no debe olvidar que el Barça, que anoche en la segunda parte no estuvo bien, pero es el primer partido que pierde en esta temporada.
La tarde nos la volvieron a amargar un grupo de ultras del Atleti, terroristas del fútbol y de los estadios, que en una pelea entre ellos, en uno de los bares adyacentes al estadio, apuñalaron a un chico de 22 años, tres navajazos, que dejaron un reguero de sangre desde el bar donde ocurrió la pelea, hasta la puerta del metro, donde le recogió el SAMUR en estado grave, fundamentalmente por la puñalada de la espalda a la altura de la escápula.
El fútbol de este país estaba muy bien encauzado hacia unas gradas más seguras, más normales, más habitables, es posible que hayamos cometido algún error de confianza. Y los ultras terroristas están volviendo a acercarse a los estadios. A quien corresponda, que lo impidan. La libertad es innegociable, para poder vivir en paz, incluso para poder ir al fútbol sin miedo a que te apuñalen, o a presenciar apuñalamientos.