José Ramón de la Morena: "El oro en balonmano nos devuelve la confianza en un deporte en el que fuimos campeones del mundo dos veces"
Ejemplares recuerdos de los deportistas en este fin de semana.
Lo más emocionante para nosotros, la medalla de oro de la selección de balonmano en el Campeonato de Europa de Zagreb, que nos llenó de orgullo anoche cuando se proclamaban por primera vez campeones de Europa frente a Suecia, y que nos devuelve la confianza en un deporte en que ya fuimos campeones del mundo dos veces.
Pero a mí, personalmente, lo que más me ha impactado y me gustaría explicarles, como ejemplo de compañerismo y solidaridad, a esos niños que llevas ahora al colegio, es la historia de los polacos que estaban intentando subir al K-2, algo que nadie ha conseguido en invierno, porque el viento y las temperaturas son inhumanas.
Y allí estaba Adam Bielecki con su expedición, esperando una ventana de buen tiempo en las nubes, cuando el viernes recibió una llamada desde el Nanga Parbat, a 200 kilómetros al oeste del K-2. Unos compañeros suyos estaban atrapados muy cerca de la cumbre, en condiciones desesperadas. Bielecki pidió un helicóptero que el sábado les desplazó hasta las laderas del Nanga Parbat, y con otro compañero polaco, estuvieron escalando toda la noche, durante 7 horas, con unas condiciones meteorológicas muy complicadas y lograron rescatar a la montañera francesa a 6.300 metros de altitud, cuando ya bajaba con congelaciones importantes; mientras que el otro compañero, Tomek Makievich, casado y padre de tres hijos, se quedaba solo en las proximidades de la cumbre, con un edema cerebral, ciego por la congelación de los ojos, esperando una muerte segura.
Hasta él no pudieron llegar porque era imposible llegar a su altura, casi 8.000 metros, y los helicópteros tampoco podían volar por encima de los 7.000 por el viento, la temperatura y la niebla. Pero arriesgaron su vida por él hasta límites muy arriesgados. El deporte es un espectáculo apasionante, que pone a prueba la capacidad física del hombre, pero hay veces, como ésta, que pone a prueba la capacidad del alma, y me parecía justo comentaros su historia esta mañana.