Se lo pregunté a Schuster hace unos días y me dijo: -Pues no. Puede parecer que sí, pero a la hora de la verdad, ningún entrenador nos atrevemos a arriesgarnos así, porque si sale mal nos cuesta el puesto. Todos dirían, ¿pero por qué no ha puesto a las figuras? …y el entrenador sería el estúpido del día. Porque además, tampoco tienes la garantía, me dijo Schuster, que esos teóricos suplentes vayan a jugar como jugaron anoche si les pones enfrente al Barça o al Atlético de Madrid.
Es una teoría que comparten muchos entrenadores, y que sin embargo discuten muchos aficionados, quizá porque como aficionado no te juegas la responsabilidad de ser culpable de una derrota o de que te eliminen en la Champions. Pero todo apunta a que habrá Liga hasta la última jornada y quién sabe si hasta el último minuto. Si hacemos caso a lo visto ayer, será difícil que los grandes pierdan puntos. El Madrid se lució en Riazor y el Barcelona hizo lo propio en el Camp Nou.
En el Camp Nou, el Barcelona se dio un festín a costa de Osasuna. Primero se rindió homenaje a Messi, que respondió con dos goles y ya suma 502 vestido de azulgrana. La exhibición se completó con los dobletes de André Gomes y Alcácer, y por fin con el primer gol de Mascherano después de 319 partidos como jugador del Barça. El argentino se estrenó con un penalti que sus compañeros le ofrecieron con mucha generosidad y con algo de guasa, que molestó en Pamplona, porque lloraban su descenso matemático a Segunda. Ya dijo Valdano que el fútbol es un estado de ánimo y en el Barcelona todavía se regalan flores como si no hubiera terminado Sant Jordi. No hay duda, está bonita la Liga.