Era un partido duro y difícil, porque el Sevilla venía de medirse al United de Mourinho y la medida fue buena, pero quizá el esfuerzo le pasó factura anoche, además de dos detalles, para mí esenciales: el primero la lesión de Jesús Navas, que se está convirtiendo en un lateral espectacular, y a los 15 minutos se tuvo que retirar, y después el fallo de Banega, al borde del área que provoca el primer gol. Ese fallo desconectó a Banega del partido y le tuvo el resto de la primera parte en estado depresivo. Y en la segunda parte aún no había despertado.
¿Y el Atleti? Pues su esfuerzo con el Copenague el jueves en Madrid fue un entrenamiento suave, que no le restó energías como pudo ocurrirle al Sevilla con el United. y se llevó al Sevilla por delante como una riada y con una comodidad exagerada, sobre todo en la segunda parte.
El Atleti mantiene esos 7 puntos de diferencia con el Barça, que jugará el jueves en Las Palmas, no sé si con Luis Suárez, porque una tarjeta más le impediría jugar el domingo en el Camp Nou contra el Atleti. De ahí esos intentos esperpénticos para que el sábado le amonestara el árbitro contra el Girona. Fue tan descarado, tan poco disimulado, que ha sido una de las notas más comentadas del fin de semana, pero ¿cómo castigar a un futbolista cuando busca el castigo para minimizar sus consecuencias?
Hay algo ahí que el Comité de Competición debería estudiar y los clubes acordar, porque volverá a ocurrir. Y quizá otro árbitro no actúe como el del sábado en el Camp Nou y entonces empieza el rosario de comparaciones y estaremos en una nueva polémica. Ante la infracción está el castigo, pero cuando se busca la infracción para evitar un castigo mayor, se habrá de aumentar el castigo. Digo yo.