COMENTARIO DE DE LA MORENA

José Ramón de la Morena: "Fernando Alonso fue campeón del mundo, pero su humildad natural no cambió nunca"

Un poco nostálgicos en esta mañana gris y húmeda, en la que emerge un fin de semana que será la despedida de Fernando Alonso en la Fórmula 1.

ondacero.es

Madrid |

Se me vienen demasiados recuerdos a la cabeza para asumir esa despedida. Me cuesta aceptarla, como me cuesta aceptar que a Fernando se le trate como a un tipo huraño, distante y agrandado, porque no lo es. Aquel niño que conocí hace 20 años en el Teatro Jovellanos de Gijón, quiso protegerse de los agobios masivos y mediáticos cuando fue campeón del mundo, pero su humildad natural no cambió nunca.

Y cuando intentaba ser más cercano, más agradable, con más dureza se criticaba su timidez y su intimidad. Y posiblemente eso le hizo más huidizo para protegerse, pero nunca fue un ególatra agrandado como tantos otros que he conocido en otros deportes e incluso en la Fórmula 1…¿o han sido más cercanos Vettel, Raikonen o Hamilton?

Anoche, escuchando a Luis García Abad desde Abu Dhabi, el hombre que ha sido la sombra y el paraguas de Fernando en estos veinte años, detecté una cierta aceptación a esa fama huraña de la que ya ni siquiera pretenden defenderse ni zafarse. Pero también detecté la ilusión de nuevos proyectos que le deben tener entusiasmado en estos momentos, porque los coches y la velocidad continúan siendo su vida, la vida de un niño que se propuso ser piloto sin más apoyos que la compañía de su padre y aquel R-5 en el que dormía en el asiento de atrás los fines de semana cuando viajaban a Italia. Se propuso ser campeón del mundo y lo consiguió dos veces, pero le pedían ser más simpático. Y no le aceptaron su sinceridad. Ellos se lo perdieron, porque yo sí lo conocí y lo disfruté.