EL COMENTARIO DE DE LA MORENA

José Ramón de la Morena: "Los clubs están tragando con algunos horarios infernales"

José Ramón de la Morena reflexiona en su comentario sobre los horarios de los partidos de fútbol y sobre la sumisión de Setién a Messi y su entorno para sacrificar a Griezmann.

ondacero.es

| 02.07.2020 08:27

Hay dos cosas que me llaman la atención de manera decepcionante. La primera, la sumisión conformista de los clubs, que están tragando con algunos horarios infernales, ahora que el calor ya se ha instalado de manera permanente en nuestro verano. Jugar a las dos de la tarde el próximo domingo en Bilbao, el Athletic y el Real Madrid, me parece un disparate, por mucho que me digan que la previsión de temperatura no es demasiado alta. Pero es que el siguiente domingo a esa misma hora juegan el Espanyol y el Eibar, y para esta tarde han puesto un Albacete-Alcorcón a las 20.00, que será también otro infierno. El sindicato de futbolistas permanece sumiso y los clubs también, porque acaban de cobrar la última cuota del contrato de las televisiones. Sé que no es fácil cuadrar todos los horarios, pero hay algunas horas que deben resultar prohibitivas, y los clubs deben saberlo aunque les hayan pagado, algo que no es ningún extra, simplemente cumplen un contrato.

Y la otra decepción es la sumisión de Setién a Messi y su entorno, para sacrificar a Griezmann, que no ha brillado con arreglo a su precio, pero tampoco le está ayudando mucho el cuerpo técnico del Barça para aumentar su autoestima. Griezmann está inseguro en ese equipo, y se siente cuestionado, pero lo que no se le puede cuestionar es que sube y baja a defender cuantas veces sea necesario, aunque en momentos puntuales defienda mal, como en la falta de Vigo, pero Suárez defiende aún peor, porque no está en su plenitud física, y se limita a esperar el balón de gol que le regale Messi. Y Setién conoce esa relación. Y Suárez se puede permitir el lujo de señalar a Setién, como hizo en Vigo, pero Setién no se puede permitir la necesidad de cambiar a Suárez. Y eso es decepcionante, y Setién lo sabe, de ahí esa cara de sufridor sumiso que se le está quedando.