José Ramón de la Morena, sobre el Clásico: "Los radicales consiguieron su propósito, acobardar"
Y llegó el día, que es hoy, y llegó el partido, que ha de ser esta noche a las 8 en el Camp Nou: Barça-Real Madrid.
Todo preparado, un dispositivo de seguridad que garantiza el desplazamiento de los dos equipos y los árbitros al estadio, porque han quedado a las 5 en un hotel que está a 700 metros del campo, y les conducirá un convoy de los Mossos por una calle despejada y cortada, desde primera hora de la tarde, pero no tengo todavía tan claro como será el desplazamiento del otro gran protagonista del partido: el público, ese público que financia todo este gran negocio, el que paga las cuotas, las entradas, los abonos de televisión que producen las plataformas televisivas que son al final quienes mantienen este gran negocio, ese público que ahora se levanta y se dirige a su trabajo con la ilusión de la tarde y su partido.
Ese público es el que no tengo claro cómo se le garantiza que podrá llegar a las gradas en paz y sin miedo a la violencia de las calles por los alborotadores o por las pelotas de la policía o de los mossos. Al final, todos, mossos y público somos víctimas de ese radicalismo, pero aquí parece que los más importante es que se juegue el partido sea como sea, y debe jugarse, debió jugarse en su fecha señalada, pero los radicales consiguieron su propósito: acobardar, y ahora lo han vuelto a conseguir, porque los futbolistas van seguros y escoltados en ese convoy de los mossos, pero el público en general, el ciudadano de la calle y de la grada, sigue pensando cómo ir al estadio y cómo entrar en él… sin tener problemas con nada ni con nadie.