EN LA BRÚJULA

El monólogo de las ocho: "A ver quién levanta una campaña después de este bochorno"

Rafa Latorre reflexiona en su monólogo sobre la consulta de Podemos a su militancia sobre las negociaciones con Sumar, la decisión de la Junta Electoral sobre el voto por correo y la investigación de los Mossos de ocho agresiones sexuales en Badalona.

ondacero.es

Madrid | 08.06.2023 20:20

De verdad que debe de ser vejatorio ser un inscrito en Podemos y comprobar cuál es la opinión que tienen de ti los dirigentes de la formación. Debe de afectar muy seriamente a tu autoestima. A unas horas del límite, con las negociaciones prácticamente rotas, con filtraciones continúas en los medios, con insultos cruzados en la redes sociales, ahora Podemos ha hecho lo que acostumbra cuando se topa con una oposición interna a una decisión que tienen tomada.

Hagan memoria. No hace falta que rebusquen demasiado en los anaqueles de su memoria. Porque esto ocurrió, como quien dice antes de ayer. ¿Qué ocurrió cuando se levantó una ola de indignación y de críticas y de sonrojo cuando se conoció que Pablo Iglesias e Irene Montero se mudaban a un chalet con piscina en la sierra? Sí, convirtieron su problema personal en el problema de la militancia. Así funciona la democracia asamblearia, que en realidad es lo más antidemocrático que hay porque consiste en concederle un cheque en blanco a la dirección para que actúe discrecionalmente y lamina cualquier oposición interna.

Eso es lo que ahora ha ocurrido. Durante toda las mañana arreciaron las filtraciones que confirmaban lo previsible, que es que en Sumar se considera que Irene Montero es un lastre para la candidatura y aún peor después de la decisión del Supremo sobre la ley del sólo sí es sí. ¿Cuál es la forma de imponerla frente a todos aquellos cargos territoriales que le piden que se eche a un lado? Pues dotarse de un mandato popular con plenos poderes para la negociación.

En todo referéndum la respuesta se conoce antes que la pregunta

¿Cómo se hace? Pues convocando una consulta para los inscritos contesten a esta pregunta: «“¿Aceptas que el Consejo de Coordinación de Podemos, siguiendo el criterio de unidad que marcó el Consejo Ciudadano Estatal, negocie con Sumar y, en su caso, acuerde una alianza electoral entre Podemos y Sumar?». En todo referéndum la respuesta se conoce antes que la pregunta. No se convoca un referéndum para perderlo, sino como vigorizante del liderazgo. Un referéndum pretende un cheque en blanco. Pero es que encima este pervierte las normas más básicas, porque Podemos no presenta a su militancia un acuerdo cerrado y concreto para que ratifique o impugne sus términos. Lo que hace es preguntar si quieren que negociar un acuerdo. Oigan y ni siquiera hemos puesto en cuestión las garantías de ese sistema de voto telemático, que de eso podría hablarse, pero es que ni siquiera es necesario detenerse en ello.

Belarra dice que si no hay acuerdo es imposible reeditar el acuerdo de coalición porque no les va a votar nadie. No, mire, a Podemos ya no lo votaba nadie y basta revisar su presencia en los parlamentos regionales y en los ayuntamiento. Ahora la cuestión es quién va a votar después de todo esto a Yolanda Díaz y la conclusión es que en realidad ya da igual. Porque a ver quién levanta una campaña después de este bochorno. Esto es llamamiento a la abstención o al voto útil o al voto nulo, incluso.

La tragedia ha devenido en farsa

La tragedia ha devenido en farsa pero esperen porque la historia no ha terminado: un miembro de la dirección de Podemos ha registrado un nuevo partido en la misma sede que el de Belarra. Se llama Juntas sí se puede. Si alguien se aclara que lo explique, pero aquí lo que parece es que todos estos movimientos de pura lógica orgánica solo tienen como objetivo imponer a Irene Montero e Ione Belarra en un puesto en las listas que ahora mismo nadie dentro de Sumar quiere concederles.

Igual usted que me está escuchando un viaje contratado y vive con la inquietud de no saber si algún día llamará a su puerta un cartero con la notificación certificada de que ha sido llamado para prestar su servicio patriótico en una mesa electoral. La Junta Electoral ha decidido que si usted tiene un viaje contratado y pagado ya sea fuera o dentro de España queda usted eximido. Pero cuidado, no se abalance ahora a buscar un billete porque la decisión tiene un asterisco.

El eximente solo se aplica para aquellos viajes pagados y contratados antes del 29 de mayo, que fue cuando Pedro Sánchez decidió adelantar las elecciones y ubicarlas el 23 de julio. Esta es una decisión excepcional como excepcional es la fecha en la que se celebrarán estas elecciones.

No es sólo que se produzca en pleno periodo vacacional. Es que el 25 de julio que es, además, festivo en algunas zonas y provocará un puente veraniego en cuatro comunidades autónomas: Galicia, Castilla y León, Navarra y Euskadi. Solución. Si ha pagado el viaje no lo perderá, márchese que queda usted justificado.

Hay otra decisión que en realidad es más relevante para el proceso electoral. La máxima autoridad electoral ha acordado exigir el DNI en toda España en el momento de emitir el voto por correo. Hasta ahora solo era preciso para adquirir la documentación pero no era obligatorio para depositar la papeleta. Esto es consecuencia del fraude masivo que se intentó perpretar en Melilla y que se solucionó al imponer este sencillísimo trámite. Caridad García, reportera de Onda Cero, se ha dado un paseo por algunas oficinas de correos para votar cómo está el ambiente y también para conocer si a los trabajadores les ha aliviado algo el acuerdo para reforzar la plantilla de Correos en 10mil personas.