Se adivinaban divergencias en la coalición en funciones a propósito de la operación saudí en Telefónica. Esas divergencias que se adivinan ya se han traducido en un choque explícito y público
Porque la vicepresidenta segunda Yolanda Díaz habrá ido comprobando cómo el bajo perfil de la parte socialista del Gobierno responde en realidad a una cierta complacencia con la operación. Y ahora se ha conjurado para evitar que saudí STC se convierta en el accionista mayoritario de la compañía estratégica española. No se cree por tanto que la meticulosa y discreta compra de acciones durante meses fuera una acción amistosa y se barrunta que los saudíes van a querer controlar la compañía e intervenir en la gestión, como es natural en quien se convierte en accionista mayoritario.
Yolanda Díaz se dirige a Nadia Calviño pero a quien de verdad compete este asunto es a la ministra de Defensa Margarita Robles. En cualquier caso la relación de Yolanda Díaz con Robles es similar a la que mantiene con Calviño y seguramente no es necesario añadir más. Por de pronto, hay una encargo de cinco corbetas por 2000 millones a Navantia que los saudíes harían depender de la aquiescencia del Gobierno a la operación de Telefónica.
En lo que desde luego están de acuerdo ambos socios Sumar y PSOE es en que hay que hacer lo necesario para garantizar la investidura de Pedro Sánchez
En lo que desde luego están de acuerdo ambos socios Sumar y PSOE es en que hay que hacer lo necesario para garantizar la investidura de Pedro Sánchez. Por eso ha viajado Yolanda Díaz a Bruselas para convencer a Puigdemont. Que decía la parte socialista del Gobierno que era un viaje privado. Pero, por favor, si ya están trabajando para satisfacer las exigencias de Carles Puigdemont.
Pero, ¿ya están trabajando? Desde luego. Esto funciona igual que cuando se urdió el pacto con Oriol Junqueras, que fue Podemos quien actuó de avanzadilla para un acuerdo que luego Sánchez en primera persona.
Sin ningún rubor. Se está trabajando en una ley de amnistía y esta no es una empresa que Sumar emprenda en solitario, porque sin el concurso del PSOE esa proposición de ley no saldría adelante y porque es en pago para la investidura de Pedro Sánchez.
Ya se ha publicado que el plan es que el Congreso debate la proposición después de la investidura fallida de Feijóo y antes de la Sánchez, como garantía necesaria para que Puigdemont preste sus votos. Es que en esas estamos, ofreciendo garantías a un prófugo de la Justicia. Cuando se le pregunta a los actuales dirigentes socialistas por la amnistía se les pone la lengua de madera. Pero están trabajando en ello y van a tratar de satisfacer la exigencia de Puigdemont. ¿Por qué? ¿Por qué sería justa una amnistía? ¿Porque contribuiría a la reconciliación de los catalanes? No. Únicamente porque es necesaria. Y en esto se agradece la sinceridad del presidente de Asturias, Adrián Barbón.
¿O sea, lo que sea dentro de la Constitución? ¿Le vale lo que sea? ¿Tal es la pulsión de poder del PSOE de Barbón y de Sánchez? Pues sí, lo que sea dentro de la Constitución. Y si está fuera ya confiaremos en el uso alternativo del Derecho de Candido Conde Pumpido para que mueva los límites.
Esto es lo que solivianta a los socialistas de siempre. A la gente como Felipe González o Alfonso Guerra o Ramón Jáuregui o Virgilio Zapatero y a los que se van sumando otras voces. Hoy, por ejemplo, el exministro de Justicia e Interior Juan Alberto Belloch ha dicho que Sánchez es el peor presidente que ha tenido España. Y a las críticas a sus planes se han sumado Javier Lambán, Nicolás Redondo Terreros y Joaquín Almunia.
La amnistía la pide Puigdemont precisamente porque no tiene ninguna intención de redimirse
Es muy oportuno esto que dice Almunia. Porque la amnistía la pide Puigdemont precisamente porque no tiene ninguna intención de redimirse. Lo dijo claramente en su comparecencia en Bruselas. El suyo es un partido que nunca negociará la unilateralidad. Porque otra de las aventuradas coartadas para la amnistía es lo de la pacificación de Cataluña. Si lo que pacificó Cataluña fue el restablecimiento de la ley. Legitimar el 1 de octubre qué traerá. Pues aquí tienen lo que planea Dolors Feliu, presidenta de la ANC. De la Asamblea Nacional Cataluña
Hay otra Cataluña y esto conviene decirlo porque estos siempre hablan en nombre de Cataluña. Hay otra Cataluña. Miren, Sociedad Civil Catalana, ha denunciado ante el Supremo a Yolanda Díaz por "negociar asuntos de Estado" con el fugado Puigdemont.
Pero, el PSOE no quiere cortejar a Sociedad Civil sino más bien a los de la ANC, que son los que este lunes saldrán a la calle, el 11 de septiembre de la Diada para volver a clamar por la independencia y la unilateralidad.
Bueno, las preferencias del PSOE ya son indisimuladas. Hasta el punto de haber perdido cualquier decoro parlamentario. De hecho han decidido que no se van a a reunir con el PP, cuyo presidente, Alberto Núñez Feijóo, ha recibido el encargo del Rey para negociar una investidura. Con Bildu y Esquerra sí. Con el PP no. Escuchen a Pilar Alegria y Cuca Gamarra