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El monólogo de las ocho: "Ayuso enloquece tanto al Gobierno que terminan disparando a todo como en una boda afgana"

El monólogo de Rafa Latorre en La Brújula en el que reflexiona sobre el crimen que imputa la Corte Penal Internacional a Putin, el caso Negreira y las últimas escaramuzas entre Gobierno e Isabel Díaz Ayuso

ondacero.es

Madrid | 17.03.2023 20:43

Es difícil concebir un crimen peor que el que hoy le imputa la Corte Penal Internacional a Vladimir Putin. Le acusa de haberle quitado a miles de familias sus hijos y haberlos deportado a Rusia. Por eso ha pedido su detención. Por haber participado directamente en los crímenes o por no haber sabido contener a los subordinados que lo cometieron.

Leía los términos de la orden de detención emitida, el presidente de la Corte Penal Internacional Piotr Hofmansky.

Las probabilidades de que algún día Vladimir Putin sea juzgado por sus crímenes de guerra en Ucrania son mínimas. Es prácticamente imposibles. La Haya no puede juzgar a alguien en su ausencia y no es que el Kremlin tenga poca intención de colaborar con el Tribunal, es que lleva años fuera del Estatuto de Roma, de manera que ni siquiera reconoce su legitimidad. Vean su reacción tras conocerse la noticia. Rusia ha asegurado que la orden de arresto emitida desde La Haya contra el presidente ruso es irrelevante. "Las decisiones del Tribunal Penal Internacional no significan nada para nuestro país, incluso desde el punto de vista legal", dijo la portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Maria Zajarova

Pero en su día se dijo lo mismo de Slovobodan Milosevic. En cualquier caso, Putin ya era un paria para el mundo libre, pero entre sus cómplices internacionales hay países que reconocen la autoridad de La Haya y los dirigentes de esos países, al menos, tendrán hoy un asomo de vergüenza.

La orden de detención se aplica en 123 Estados, de manera que se reduce sensiblemente el mapa de los lugares donde Putin puede poner un pie, a riesgo de que sus posaderas terminen en el banquillo. El escritor chileno Jorge Edwards ha fallecido este viernes a los 91 años de edad en Madrid. Es uno de los escritores más relevantes en lengua española, fue galardonado con el Premio Nacional de Literatura en 1994 y el Premio Cervantes en 1999.

Hay noticias de Enríquez Negreira. Noticias de cuando le pillaron. Porque ustedes y yo y todos supimos como quien dice antes de ayer que el Barça le había pagado un sueldazo durante 17 años. Pero Hacienda lo supo mucho antes, cuando investigaba las cuentas de las empresas de este hombre que ha convulsionado al mundo del fútbol.

Hoy cuenta El País que: «En octubre de 2021, tres años después de que el Barça rompiera la relación profesional con él, Negreira compareció personalmente ante Hacienda, que mantenía abierta una inspección fiscal sobre sus sociedades Dasnil y Nilsad, utilizadas para facturar al club azulgrana.

Bien, Negreira alega que tiene alzheimer y se acoge a su derecho a no declarar pero en 2021 sí lo hizo y El País ha accedido a su declaración ante Hacienda. ¿De verdad le pagaban medio millón al año, por esto? Claro, los que le tomaron declaración insistieron porque no se lo creían y ahí viene lo verdaderamente interesante. Cuando le insistieron sobre el motivo de los pagos, Negreira dijo: “Así estaban tranquilos de que en el comité arbitral no había decisiones en contra del FC Barcelona, que todo era neutral”.

Esto es crucial porque Barça estaría aplicando la corrupción preventiva, que es comprar a los árbitros para que sean neutrales con ellos. Esto es maravilloso. La corrupción defensiva. Es como ir a un juez y decirle. Tome 7 milloncejos para que usted me juzgue con neutralidad.

Escuchan ustedes a la vicepresidenta Teresa Ribera que le echa la culpa a los beneficiarios de una ayuda en lugar de asumir la culpa por haberla diseñado mal. En caso de que sea así. Porque esta ayuda lleva prestándose unos años sin que nadie hubiera reparado en que está mal diseñada. Sólo repararon en ello cuando se desató uno de los escándalos más ridículos de los últimos años y que solo denota una malsana ansiedad electoral.

Hay que reconocer que Díaz Ayuso les saca de tal manera de quicio que consigue que terminen haciendo cualquier tontería. Es que tal la ansiedad que tiene por acabar con ella que terminan disparando a todo, enloquecidos, como en una boda afgana.

Todo este es un lío con una espuria intencionalidad política, porque este mismo gobierno ha dispuesto otras ayudas universales como la subvención del precio del combustible o el bono cultural. Uno puede considerar que todas las ayudas tienen que estar sujetas a un criterio de renta. Bien. Pero lo que no puede ser es que se utilice de una forma tan oportunista una polémica que es ridícula.

Se considera que las familias numerosas asumen unas cargas que hay que atenuar con distintos beneficios sociales. Esto es así, a menos que consideremos que no hay que ayudar a las familias numerosas.

Ahora, por pura ansiedad política, el Gobierno va a burocratizar todo este tema y ni siquiera sabe cómo. Porque en un principio Teresa Ribera apuntó a que la ayuda estaría restringida a las familias numerosas con una renta total inferior a los 26mil euros. Pero oiga no se puede comparar lo que le llega un sueldo de pongamos 20mil euros a una persona sola, o incluso una pareja, que 26mil euros para una familia con cuatro hijos.

Miren, el Gobierno se ha metido en un buen lío con esto del bono social y la única razón es política. No hubo ningún problema con el bono social a las familias numerosas hasta que se enteraron de que lo estaba cobrando un vicepresidente de Ayuso y como además Mónica García, de Más Madrid, cometió el patinazo de reclamar su dimisión cuando ella también lo estaba cobrando… pues ya está… dos pájaros de un tiro.

Arde París. De ira por la reforma de las pensiones de Macron y por el hecho de que el presidente francés se ha atrevido a acogerse a una prerrogativa constitucional que le permite eludir el voto de los parlamentarios.

Esto se lo contábamos ayer… continúan las protestas pero además la política sigue maquinando para desalojar a Macron. Hay dos mociones de censura en marcha. Claro que la combinación para que alguna de ellas prospere es una verdadera acrobacia política. Miren, tendría que juntarse los votos de la extrema derecha de Marine Le Pen, con la extrema izquierda de Jean Luc Melenchon, con la derecha moderada de Los Republicanos y aun faltaría unos diputados que podría aportarlos un partido de centro llamado LIOT. No sé, creo que lo tiene más fácil Tamames.

Pero pongámonos en que eso ocurre… Si eso ocurre. Macron tendría que elegir. Podría nombrar a un primer ministro confiando en que recupere la confianza de la cámara o podría exponerse a unas nuevas elecciones legislativas, claro que si pierde y gana Le Pen, tendría que cohabitar con ella. La imaginan de primera ministra.