Opinión en la brújula

La mirada cítrica: "A la hora de hacerse la foto, los morados se ponen morados"

El ahorro casi siempre se ha representado con una hucha en forma de cerdito. No sé si en Noruega hay una extensa cabaña ganadera de puercos, pero si que sé que son gente muy ahorradora. Incluso la Administración ahorra, lo cual es casi milagroso.

Ignacio Rodríguez Burgos

Madrid | 12.05.2020 21:18

Noruega cuenta con uno de los mayores fondos soberanos del mundo, el año pasado con más de un billón de euros de activos. Dinero procedente del petróleo. En vez de gastarse todos los beneficios del oro negro del Mar del Norte llevan décadas apartando algo para la hucha y así tener de dónde tirar en tiempos de gorrinos famélicos. Y ahora han decidido retirar casi 40.000 millones de euros para hacer frente a la factura del Coronavirus.

Aquí, lo de ahorrar únicamente se nos da bien cuando vienen mal dadas. Es el ahorro del miedo. Pero vamos, ahorra el común de los mortales, el paganini, el sufrido contribuyente y ahora, en muchos casos, sufridor también de los ERTE.

Las administraciones nunca han practicado el noble ejercicio del ahorro. Como la deuda pública tiene un límite, la confianza de los inversores. El Gobierno ya está otra vez con el runrún de las subidas fiscales y es que el gasto generado por la crisis sanitaria y el hundimiento fiscal es de órdago. Y como no hay fondos soberanos al que agarrarse y el déficit puede llegar al 13%, el Ejecutivo se acuerda del contribuyente.

El Gobierno lleva días dejando caer la posibilidad de retocar al alza los tributos. Podemos les ha ganado por la mano. A la hora de hacerse la foto, los morados se ponen morados. Este martes han propuesto sustituir el actual Impuesto de Patrimonio por otro similar pero con tipos y gravámenes más elevados, a partir de un millón de euros de bienes. Hacienda afirma que con las figuras tributarias existentes basta para aumentos fiscales.

Esto cuando las cifras de descenso de actividad económica son más que preocupantes, No solo caen las ventas de vivienda un 34% en las dos primeras semanas de confinamiento, allá por marzo. Es que la cuarentena acabará con cualquier enlace aéreo que quedaba con el extranjero y los hoteles solo tendrán la soledad como huésped, y en Madrid, Ayuso. Los comercios abren con cuenta gotas y el que levanta el cierre no puede sacar el stock con rapidez. Se han prohibido las rebajas.