El cuaderno de Chapu: Último tango en Galapagar

Yolanda Díaz, -oh ministra meiga, santa súbita, se ha metido en la espesura amazónica de la guía sobre el coronavirus y ha dicho "Piensen ustedes que todas estas normas van guiadas por un único propósito que es la prevención de la salud. Estamos hablando, pues bueno, de una enfermedad que es contagiosa y por tanto para una democracia este es el bien más principal. Y en este sentido los demás bienes están sujetos, insisto, como son conscientes ustedes y usted... y todas ustedes, están sujetos a lo principal que es controlar los riesgos. Desde luego, insisto, esta es una medida extrema, hay otras muchas que como saben ustedes -y por qué no ustedas- desde el manejo de los EPIS, los mecanismos de contagios primarios, hasta muchos otros factores que, insisto, están ya en la propia ley y que ya se aplican en otras situaciones en las empresas".

Ustedes y ustedas. Nota al margen izquierdo. A la ley de Libertad Sexual estamos a punto de llamarla de Libertades Sexuales porque además de desdoblar el masculino y el femenino, ahora te ponen las cosas en plural para darles impulso: las libertades, los machismos, las derechas, las naciones, las Españitas.

En la clase de Religión y buenos modales de la madre Montero hemos sabido que se prohibirán las publicidades en las que se muestre el cuerpo de la mujer desligado del producto, esto son los anuncios en los que se vea una cacha. La gente va a tener que ir a Francia a ver anuncios de señoras. Antes se iba a Francia a ver 'Último tango en París' y ahora en Moncloa te ruedan 'Último tango en Galapagar'.