El cuaderno de Chapu: "Lapsus benemeritae"
Chapu Apaolaza escribe en su cuaderno sobre las declaraciones del General de la Guardia Civil sobre las críticas del Gobierno. "El lapsus benemérite", le llama.
Traigo las notas del día 37 del Estado de Alarma. Yo creía que iba a leerme el Decamerón de Bocaccio y solo me da para leer entre líneas las ruedas de prensa del Gobierno.
Lo del benemérito lapsus -en adelante, lapsus benemeritae- es fantástico. Dijo el general que la Guardia Civil trabajaba para minimizar las corrientes contrarias al gobierno. Las liebres de los campos levantaron las cabezas asustadas. A los académicos de la lengua, que son tampoco de anglicismos se les escapó un What the fuck. Juego con la fantasía de que el general hablara en clave como esa gente que dice cosas para que sepan que están secuestrados. Como si yo grito ¡Vota Pacma! pero dice Marlasca que fue un lapsus y a otra cosa. Y si a alguien le extraña, es un desleal. El lapsus... Yo creía que un lapsus era algo más de resbalón, como cuando le cambias a pollo la última letra.
Del nuevo diccionario de la pandemia de este gobierno de la retórica me quedo con el oxímoron de lo de la ‘nueva normalidad’ de Sánchez, me tiene loco la nueva normalidad, arruinada, vacía y triste.
Nueva situación hubiera sido más neutro, pero menos sanchista. Porque el sanchismo es un oxímoron en la medida en la que dinamita la coherencia y está hoy aquí y mañana, en la quinta puñeta. No es que accidentalmente va de Pinto a Valdemoro, Es que trata justamente de eso. Los místicos y los sanchistas son oximoroneros y viven sin vivir en sí. Sánchez es como Santa Teresa, solo que para Sánchez, Dios es Sánchez.