El cuaderno de Chapu: 'Carlomagno en Perpiñán'
Chapu Apaolaza apunta en su cuaderno 'Carlomagno en Perpiñán', sobre el acto de Puigdemont en la ciudad francesa.
Traigo que el sábado los cien mil hijos de Puigdemont viajaron a Perpiñán y desayunaron en un puesto de churro español. Carles es el líder del éxodo de un pueblo elegido, pero a saber por quién. Moisés abrió las aguas con un cayado y Carlomagno abrirá la frontera de mi Españita con el flequillo del pelazo y Clara Ponsatí bramaba en el informativo como las trompetas de Jericó. Luego en TV3 te cantan la canción de Rolando de Roncesvalles que cantó Turoldo pero en versión Perpiña con autobús, pancarta y bocadillo en la mochila. Todo mejora con el filtro del poema épico. Cantar de fin de semana:
Ayer entré en batalla,
Con dos estores del Ikea
Aún tengo, amada mía,
Polvo de yeso en las orejas.
Vinicius marcó el gol del clásico a lo Martínez Almeida y Pablo iglesias la mete de carambola consigo mismo. Ha terminado con la limitación de sueldos y mandatos. Iglesias no es que cumpla las normas, es que las normas lo cumplen a él.
Cuando llegó Podemos a la política fui a aquella librería de Lavapiés donde vendían las cosas de la Gente de Podemos. Servían té de ruibarbo, metáforas sobre regeneración democrática y bizcochos de Gramsci y de Laclau.
Aquellos tipos que hoy viven en chalets cool de las afueras bebían el colacao en tazas de cristal ahumado sentados en cocinas de Lavapies con balcones en los que siempre había una bici, una bombona de butano y unos calzoncillos descoloridos sobre un cordel. La mejor bandera de uno son sus gayumbos. Y los mejores principios. Estos son mis gayumbos. Si no les gustan, tengo otros.