La carta de Ónega al indulto: "Ahora las cosas han cambiado una barbaridad"
Y buenas noches, indulto. Te escribo a ti porque te soltó el ministro de Justicia en la sesión de control y caíste sobre el Congreso como un meteorito en un embalse que ya estaba calentado.
Nadie le había preguntado por ti al señor ministro. Su jefe, el señor presidente del gobierno, nunca quiso contestar cuando Pablo Casado le preguntaba cada día por ti y don Pedro Sánchez ensayó ante esas preguntas su proverbial habilidad para escabullirse.
Aquí, en Onda Cero, Carlos Alsina le preguntó el 31 de octubre de 2019, y el señor Sánchez respondió: “Se pueden plantear debates más constructivos porque el del indulto no está sobre la mesa”.
Claro, eso fue hace once meses, antes de las últimas elecciones, y entonces no solo no había gobierno de coalición, sino que gobernar con Podemos le quitaba el sueño al señor presidente. Ahora las cosas han cambiado una barbaridad, nunca mejor dicho.
Ahora se negocian Presupuestos con Esquerra, el PDECat, incluso con Bildu. Ahora los nacionalistas piden gestos, y el señor Sánchez anda generoso: un día habla de reformar el Código Penal para rebajar el delito de sedición, otro día te despierta a ti, indulto, o a vosotros, indultos, que dormíais en algún cajón del ministro, esperando turno.
Se actuó como se aconseja actuar en la guerra: lanzando el meteorito cuando todos estamos desprevenidos. El PP y Vox pegaron un respingo en sus escaños: como te concedan a los políticos catalanes presos, lo recurrirán al Supremo. Otro lío en esta corte de los líos.
Te quiero recordar, indulto, lo que ya contó Juan Ramón Lucas: que tramitarte no es concederte. La tramitación es obligada si hay una petición, y la hay, de las asociaciones independentistas. Y un dato: el año pasado se pidieron 4.022, que salen a once diarios. Y se concedieron 39, que salen a 3,2 por mensualidad.
Si esto se guiara por cálculo de probabilidades tomando como referencia los antecedentes, los presos del procés tendrían poquísimas. Pero claro: este indulto al que le escribo no se mide así. Este indulto al que escribo, aunque no sea la amnistía que reclaman, se mide por otros criterios. Las 2.983 peticiones que fracasaron el año pasado no eran de políticos. Eran de gente normal.