Manuel Pimentel presenta novela, ‘El decálogo del caminante’, calificable como esotérica y de crecimiento personal, donde puede verse parte de su personalidad. Afirma que después de leer este libro uno se da cuenta que se cree mejor de lo que es y de cómo le ven los demás. Describe a tres tipos de personas en su libro, son los zombies, los turistas y los caminantes. Su distinción es que la mayoría de la población son zombies, que son personas que se guían por instintos básicos y con eso se encuentran satisfechos, un 35% de la población son turistas y tienen algún objetivo en su vida y, por último, un 5% son los caminantes a los que debe de aspirar cualquier persona y son aquellas personas que tienen una meta pero disfruta de su camino. ‘Es bueno tener metas, que estimulen y luchar por conseguirlas’. Esta clasificación la hace a nivel mundial, no únicamente de España.
Sobre la reforma laboral y la huelga de pilotos de Iberia, que él hizo de mediador en la anterior, comenta que él lo veía previsible ‘si hay tortas, hay tortas para todas las partes’. Cree que nadie va a salir ganando de esta huelga, sino que las dos partes saldrán perdiendo.
Habla de su recorrido por política, y cuenta que fueron muy buenos años. En un momento de su vida se dio cuenta que la política no era su lugar y, por ello, decidió abandonar. Hace un repaso por la situación actual de crisis y cómo los países la están gestionando, como el caso de Alemania con Merkel.
Ayer tuvo lugar la primera ronda de la elecciones francesas, donde ganó el socialista Hollande por encima de Sarkozy, Pimentel da su visión de lo que puede ocurrir el próximo 6 de mayo. Él cree que Hollande ha ganado porque Sarkozy ha fracasado con sus medidas políticas. La solución que él aporta para la crisis europea es que ‘hay que ingresar más de lo que se gasta, y eso implica subir los impuestos’.
De las elecciones de Andalucía, su tierra, cuenta que él pensaba que iba a ganar el Partido Popular, tal y como indicaban las encuestas; algunas de las medidas del gobierno andaluz le parecen divertidas, irónicamente hablando.