“El Códice Calixtino no tenía muy buena seguridad”, así lo ha contado Pedro, uno de los fósforos de hoy que asegura haber visto ese Código gracias a un amigo que por su trabajo, tenía acceso al mismo. Pedro dice que el Códice ocupaba muy poco y cabría perfectamente en una mochila. Este testimonio rompe la percepción de exclusividad que gira en torno al tesoro robado.
“La Virgen de Fuensanta lleva todas las joyas del todo a cien”, así lo ha anunciado Miguel, que dice que hace unos 35 años, unos ladrones “se descolgaron del techo de la catedral de Murcia” para hacerse con las reliquias.
José Luis, otro de los fósforos de hoy, nos cuenta que se llevaron a la patrona de su pueblo, Hornillos de Lerma, hace unos años, la Virgen de la Luz. Y es que la mayoría de los testimonios de los fósforos giran en torno al robo de tesoros religiosos, como es el caso de Juan Manuel, que desde Baena, Córdoba, nos ha contado que el crismón del pueblo, una reliquia del siglo VI, es actualmente una imitación por culpa de un asalto.